La desigualdad en el acceso a la neurocirugía es una barrera crítica en la atención médica global, especialmente devastadora en países de bajos recursos. Sin embargo, iniciativas formativas lideradas por organizaciones como la fundación NED y COSECSA están cambiando este panorama. Este artículo explora cómo la formación de especialistas locales mejora la equidad y la calidad de la atención y destaca la urgente necesidad de fomentar la cooperación internacional, entre otras estrategias, para cerrar la brecha en el acceso a cuidados vitales.