Si no modificamos de manera urgente el modo en el que nos alimentamos la biodiversidad continuará en un estado crítico. Un nuevo informe publicado por el Instituto Chatham House con la colaboración del Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente pide una reforma urgente de los sistemas alimentarios a través de tres acciones interdependientes: cambiar los patrones alimentarios globales, conservar áreas exclusivamente silvestres y cultivar de una manera más amigable con la naturaleza y la biodiversidad.