El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advierte que casi ocho millones de menores de cinco años corren peligro de muerte por emaciación aguda en los países más afectados por la crisis global de hambre, la mayoría de ellos en África. Ante esta inaceptable situación, el fondo para la niñez solicita recursos para alimentar y evitar la muerte de esos pequeños.