Publicado el
En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en prioridad, las industrias y sus modelos de negocio están encontrando en las energías renovables una forma innovadora y rentable de reducir su huella ambiental. La dualidad en el uso de tecnologías renovables es cada vez más frecuente. Ya sea por la optimización de recursos disponibles o el aprovechamiento de espacios en pro de una reducción o rentabilización de costes.
Modernización eólica: el cambio llega al mar

Una de estas industrias es la acuicultura. Una práctica ancestral que ha evolucionado con el tiempo hasta convertirse en el principal proveedor de productos acuícolas, por delante de la pesca. En su búsqueda por operar de manera más sostenible, los productores de acuicultura están recurriendo a fuentes de energía renovable, y una de las más prometedoras es la energía eólica.

El uso de este tipo de energía, por reducir la dependencia de combustibles fósiles, también reduce la contaminación del agua y se preserva la salud de los ecosistemas acuáticos. Además, la energía eólica no produce emisiones de gases de efecto invernadero ni contaminantes atmosféricos, lo que contribuye al mantenimiento de la calidad del aire.

Por tanto, el matrimonio entre la energía eólica y la acuicultura no solo es una solución sostenible, sino también una combinación lógica y eficiente. En primer lugar, la mayoría de las granjas acuícolas están ubicadas en zonas costeras donde el viento suele ser abundante y constante, lo que hace que la energía eólica sea una opción natural. Además, al tratarse de una industria que opera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, la demanda de energía es continua, lo que hace que la generación de energía eólica, una fuente ininterrumpida, sea altamente atractiva.

Un ejemplo destacado de esta sinergia entre la energía eólica y la acuicultura se puede encontrar en Noruega, líder mundial en ambas industrias. En el archipiélago de Frøya, una empresa pionera ha llevado esta visión a la realidad. La granja de salmón de SalMar ASA, conocida como Ocean Farm 1, se ha convertido en un referente de innovación al combinar la acuicultura de última generación con una fuente de energía limpia y renovable: los aerogeneradores flotantes.

Este tipo de tecnología se basa en el uso de una plataforma semisumergible que alberga piscifactorías, y cuyo diseño innovador permite la instalación de aerogeneradores en su estructura. Estos aerogeneradores no solo abastecen de energía a las operaciones de la granja, sino que también pueden suministrar electricidad a la red local cuando la producción excede las necesidades de la granja, convirtiendo así a la granja en un generador de energía para la comunidad circundante.

Noruega no es el único país que ve el potencial de esta combinación. En España, concretamente en la costa canaria, otra región con una rica tradición marítima, ya se está trabajando en un prototipo que combine la plataforma eólica flotante con jaulas de engorde piscícola.

La Agencia Canaria de Investigación, innovación y Sociedad de la Información (ACIISI) está explorando activamente la implementación de energía eólica en las operaciones acuícolas. Estas iniciativas no solo tienen como objetivo reducir la dependencia de las fuentes de energía convencionales, sino también disminuir los costos operativos a largo plazo y mitigar el no pequeño impacto ambiental de la acuicultura.

El beneficio ambiental de esta integración es significativo pudiendo, no sólo producir especies de interés comercial sino también abastecer con los excedentes de energía producidos, a más de 10.000 personas.

Sin embargo, a pesar de todas estas ventajas, hay desafíos que deben superarse para que la energía eólica juegue un papel más significativo en la acuicultura. Uno de estos desafíos pasaría por minimizar el impacto visual de las instalaciones, cuyo emplazamiento en España, coincide generalmente con las regiones de la vertiente mediterránea de mayor índice turístico, como Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Cataluña, además de las islas Canarias. La cercanía de estas estructuras a la costa es casi obligatoria, por logística, control de costes y, según las condiciones oceanográficas de la región, por seguridad estructural y operacional.

En términos de producción, almacenamiento y suministro energético, la variabilidad del viento, puede afectar considerablemente a la producción de energía y, por lo tanto, la estabilidad de las operaciones acuícolas. Así, se requiere una planificación cuidadosa y el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía eficientes que puedan almacenar el exceso de energía durante los períodos de alta producción y liberarla cuando la demanda sea mayor.

En conclusión, la aplicación de energía eólica en la acuicultura representa una oportunidad emocionante para impulsar la sostenibilidad y la eficiencia en una industria crucial para la seguridad alimentaria global. A medida que la tecnología avanza y los desafíos se superan, es probable que veamos un aumento en la adopción de esta práctica innovadora en todo el mundo, allanando el camino hacia un futuro más limpio y próspero para la acuicultura y el medio ambiente.

En este artículo se habla de:
Opiniónacuiculturatecnologías renovables

¡Comparte este contenido en redes!

Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies