Cuando uno conversa con Pablo Sánchez comprende su pasión por las empresas y organizaciones que buscan generar impacto positivo en la sociedad sin pensar solo en el beneficio económico. Es uno de los impulsores en 2014 del movimiento B Corp en España, que cuenta ya con más de 160 compañías que quieren ser las mejores empresas para el mundo. Después de un periodo inicial de divulgación y de crecimiento, indica que “B Corp se está convirtiendo en referente de la sostenibilidad y el impacto”. Pablo también es cofundador de la empresa social Roots for Sustainability (R4S) y considera que “emprender es caminar y aprender” y anima a aquellos que están pensando en emprender con impacto a que lo intenten.
Con Pablo Sánchez continuamos las entrevistas en #ConversacionesdeImpacto que iniciamos con Gonzalo Fanjul.
Pablo Martín:¿Te acuerdas cuándo fue la primera vez que escuchaste el término B Corp? ¿Qué pensaste?
Pablo Sánchez: No lo recuerdo exactamente. Sería 2011 o 2012 leyendo algún artículo. Lo primero que pensé fue, quiero saber más. Empecé a indagar y averiguar sobre el movimiento B Corp y me dije, lo tengo que seguir sí o sí, además de ver cómo se podría traer a España, que eso ya fue en 2014 cuando empezamos a representar el movimiento B Corp desde R4S; posteriormente, en 2018, constituimos B Lab Spain. Además de querer saber más, el movimiento respondía perfectamente a lo que pensaba como emprendedor, que las empresas pueden y deben generar un impacto positivo a través de su actividad.
PM:Desde entonces, ¿cómo ha sido el crecimiento y desarrollo de este movimiento en España?
PS:Diferenciaría en dos etapas. La primera etapa comenzó a principios de 2015 y se caracteriza por ser de divulgación, de evangelización y de responder a muchas dudas. Dura hasta 2018 y tiene un crecimiento lento, pausado, en el que tenemos que ser nosotros los que damos a conocer B Corp en nuestro país. La segunda etapa se inicia a partir de 2018. Empezamos a ver que había un viento de cola, principalmente por la sostenibilidad y tras la pandemia se acelera ese proceso. Ahora estamos encarando una nueva etapa en la que B Corp se está convirtiendo en referente de la sostenibilidad y el impacto.
PM:El desarrollo en el mundo, donde ya hay más de 5.500 empresas en 77 países, ¿ha sido similar al de España?
PS:Sí, creo que el crecimiento a nivel mundial ha sido similar. B Corp nace en 2007 y en la etapa inicial se empieza a dar a conocer en EEUU, donde surge, enseguida comienza esa segunda etapa, cuando se presenta a nivel global. Primero en Latinoamérica con Sistema B y después en el resto del mundo, donde se mejora la propia propuesta del movimiento B Corp para que sea capaz de ofrecer una alternativa a nuestro modelo económico actual, creando un cambio sistémico y un cambio de paradigma empresarial. Después viene la expansión a Europa, Australia y Nueva Zelanda, mientras que está más incipiente en África y Asia. Este desarrollo de B Corp a nivel global se ha reflejado en crecimientos anuales del 30% durante los últimos cuatro años.
PM:¿Qué le da una empresa ser B Corp?
PS:Le da identidad. Siempre digo que hay empresas que se conciben a sí mismas desde el propósito, desde el impacto social y B Corp le ofrece identidad. Además, le permite pertenecer a un colectivo y a una comunidad, es decir, no soy yo el único que piensa que esto es posible, sino que hay muchos más como yo que tienen valores compartidos afines, que ven la empresa como un instrumento de transformación social. Compartir eso de manera colectiva te da un poder tremendo, energía y convencimiento. Además, te da estructura, rigor y compromiso. Hacer esa evaluación de impacto para convertir en empresa B Corp es un ejercicio transversal en el que se involucra a todas las áreas de la compañía, se genera vinculación y entendimiento de cómo se puede mejorar el impacto de la empresa en la sociedad. Y, por último, genera orgullo de pertenencia a las personas y a los equipos por sentirse parte de esta comunidad.
PM:La pasada primavera lanzasteis la primera campaña en España: Ser B. ¿Qué es Ser B para los que no son B Corp y para la ciudadanía?
PS:Es una campaña que ha funcionado muy bien. Con ella queríamos reflejar la relevancia que cada uno de nosotros podemos tener desde nuestras acciones cotidianas. Ser B es aquello que cada uno de nosotros podemos hacer para mejorar nuestro entorno, que va desde cosas tan simples como reciclar, moverme en bicicleta, usar el transporte público o cambiar mi dieta por una dieta más saludable. Hemos querido sensibilizar. Hay una frase que me gusta mucho: Ser B es comprender que si algo te beneficia, pero perjudica al entorno, entonces no nos beneficia. En definitiva, es situar al colectivo por delante de lo individual y entender que aquello que hacemos tiene incidencia y si conseguimos que lo que hacemos tenga un beneficio colectivo, entonces eso es Ser B.
PM:Entre las más de 160 empresas que son B Corp en España hay muchos emprendedores sociales y startups. ¿Les resulta más fácil a estas organizaciones ser B Corp?
PS:A un emprendedor de impacto sin duda. Es como correr una maratón. No es posible correrla sin entrenar. Pues aquí lo mismo, si has integrado tu propósito en la estrategia va a ser más sencillo. También para las startups o las pymes, ya que los cambios que tienen que incorporar para ser B Corp son más fáciles de implementar. Es verdad que el 70% de las compañías que forman parte del movimiento en España son pequeñas empresas, pero también hay grandes que han realizado ese proceso de transformación, que les ha llevado más tiempo, dos o tres años, pero han sido capaces de incorporar la cultura B Corp en su cultura corporativa y eso tiene un gran valor.
PM:¿Cómo está cambiando el impacto la manera de hacer empresa al no pensar solo en obtener beneficios?
PS:La pregunta es para qué sirve una empresa. Si hacemos esa pregunta hoy en las aulas universitarias, la respuesta mayoritaria que obtendríamos sería que existen para generar beneficios, porque culturalmente todavía no estamos generando una narrativa suficientemente atractiva para seguir dando a conocer el poder de la empresa como elemento de transformación social. En nuestro entorno está asumido, pero no es tan evidente cuando sales de la burbuja del impacto y la sostenibilidad. Por eso necesitamos que haya más evidencias y visibilidad de cómo las empresas pueden ser un agente de cambio y responder a eso que algunos han definido como agentes que emplean recursos privados para dar respuestas de carácter público.
La sociedad necesita ver a las empresas como agentes de cambio, de ahí surge la idea de impulsar la Ley de empresas con propósito y la creación de una nueva figura jurídica, las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC), que se aprobó el pasado 30 de junio, a través de una enmienda transaccional, en la Ley Crea y Crece para dar visibilidad pública y reconocimiento a las empresas que generan un beneficio social y ambiental, además de un retorno económico.
PM:¿Qué necesita el ecosistema de emprendimiento de impacto para seguir creciendo?
PS:El ecosistema de impacto necesita seguir creciendo. Se han dado grandes pasos, pero se puede hacer mucho más. Por una parte, la administración tiene que seguir impulsando la economía de impacto, como lo ha hecho a través de la Ley de empresas con propósito, que reconoce a las Sociedades de Beneficio e Interés Común y que es una figura que existe en otros países europeos y que contribuye a que se desarrolle ese ecosistema de impacto. O con la futura Ley de Startups. Por otra parte, se necesita fomentar la inversión de impacto porque los inversores son unos grandes catalizadores del cambio. Contribuyen a que las empresas se desarrollen y crezcan. También el ciudadano tiene que reconocer a las empresas que lo hacen bien y se conviertan en aceleradores de ese cambio. Y, por último, la educación. Necesitamos que desde la educación secundaria y en las universidades se empiecen a plantear estos contenidos y la visión de la empresa como generadora de cambio.
PM:Además de liderar B Lab Spain, eres cofundador de la consultora Roots for Sustainability (R4S) en 2010. ¿Cómo ha sido tu experiencia? ¿Qué ha sido lo más difícil en esta aventura del emprendimiento?
PS:Emprender es persistencia y calma. Persistencia porque hay que creer en una idea y tener una buena definición del proyecto y muchas veces cuando uno emprende no todo sale como lo tenía planteado y las cosas tardan en dar un resultado positivo. Se necesita paciencia y afinar la propuesta de negocio para que encaje en el mercado. Y la calma es fundamental porque emprender es un vaivén, un conjunto de emociones. Hay días que tienes una gran noticia que te ayuda a ver el proyecto con optimismo y al día siguiente las cosas no te salen como preveías. Además, es fundamental rodearse de un buen equipo en cualquier emprendimiento.
PM:Si una persona está pensando en emprender con impacto, ¿qué le recomendarías?
PS:Le recomendaría que lo intentará. Emprender es caminar, aprender y si tienes una idea que te motiva y te mueve, llévala a cabo.
PM:¿A quién admiras?
PS:Admiro a todos esos colectivos y personas que generan cambio y que luchan por la justicia social y climática.
PM:¿Quién son tus referentes en liderazgo?
PS:No lo he pensado nunca. Creo mucho en los liderazgos grupales en los que las personas tienen capacidad de decisión y autonomía y el líder deja espacio para el crecimiento de sus equipos. Es cierto que me ha influido el libro “Reinventar las organizaciones” de Frederic Laloux.
PM:Ser feliz es…
PS:Disfrutar caminando.
PM:¿Qué te gustaría hacer en este año?
PS:Pues me gustaría aprender a hacer queso.
PM:Un libro y una película
PM:Me gusta mucho Stefan Zweig, que tiene un libro “El mundo de ayer” que recomendaría mucho su lectura con lo que estamos viviendo en Europa ahora mismo para no caer de nuevo en los errores que nos llevó a una situación muy trágica en el siglo XX. Está muy bien escrito y el contenido es muy contemporáneo. Y como película, ahí soy un poco más freak, “Pulp Fiction”, que marcó un antes y un después en el cine.