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Del total de empresas formales que existen a nivel mundial tan sólo 37% de ellas han sido fundadas por mujeres, un número que se reduce en la Unión Europea donde tan sólo 3 de cada 10 emprendedores son mujeres. El día de hoy una mujer tiene 15% de probabilidades de acceder a capital de inversores para fundar su propia empresa

Nací en México, un país donde la Constitución me otorgó el derecho a la educación, crecí sintiéndome libre, en mi forma de vestir, de expresarme, de elegir, y sin embargo, es hasta ahora que me estoy dando cuenta de la gran brecha de desigualdad de oportunidades que existe entre hombres y mujeres.

Laura fue la primer mujer emprendedora que conocí en Europa, su proyecto Cohome, una plataforma de coworking colaborativo (algo así como alquilar los espacios de tu casa a otros freelancers para trabajar) es una idea fascinante simplemente por su originalidad y funcionalidad. No obstante, uno de los tantos Business Angels que ella contactó no lo ha visto de la misma manera y aunque la idea le parecía atractiva encontró dos inconvenientes que le hicieron dudar sobre su inversión: la edad y el sexo, las dos fundadoras eran mujeres y tenían menos de 35 años. Sobraría decir cuál fue mi reacción cuando Laura me contó esta historia unos meses después de habernos conocido.

Al día de hoy según datos del Banco Mundial, la población de hombres representa un 50.4% del total de habitantes del planeta, mientras que las mujeres con décimas por debajo está representada con un 49.6%. Pues bien, del total de empresas formales que existen a nivel mundial tan sólo 37% de ellas han sido fundadas por mujeres [1], reduciéndose en la Unión Europea a 29%, lo que nos dice que tan sólo 3 de cada 10 emprendedores en Europa son mujeres [2]. La buena noticia es que estos porcentajes han ido en aumento año con año y al día de hoy vemos una iniciativa emprendedora de mujeres con más fuerza no solamente en el viejo continente, pero en el resto de los países.  

A pesar de que cada vez hay más mujeres decididas a desarrollar su idea, el acceso a fondos y la falta de mentores son hoy en día nuestras principales limitaciones. Según un estudio publicado este año, en la actualidad únicamente el 10% del total de dólares que se invierten en negocios es destinado a proyectos de mujeres, y de las inversiones realizadas a proyectos nuevos tan sólo un 15% es dirigido a mujeres emprendedoras[3]. Y es que, aunque parezca poco creíble, estos obstáculos se deben a limitaciones y prejuicios sociales.

wed womens

La sociedad en la que vivimos nos ha hecho creer que para iniciar y hacer crecer tu empresa es necesario renunciar a tu derecho de ser madre, esposa y se aferra a mantener los tradicionales roles de género, pero esto no es así. Como embajadora y parte de la organización  Women’s Entrepreneurship Day he tenido la dicha de conocer mujeres exitosas que decidieron romper con los estereotipos y roles de género, que me han hecho ver que el éxito profesional no está y no debe estar desligado del éxito personal. Sí, si se requiere de mucho esfuerzo, tenacidad, algunos sacrificios y sobretodo mucha fortaleza para no dudar de ti misma, pero una vez que sigues de frente con la seguridad de que puedes lograrlo entonces es cuando comienzas a ver los resultados.

En nuestra actualidad una desigualdad permanece, consecuencia de una sociedad que fue educada bajo ciertos estereotipos y es precisamente por eso que debemos actuar y cuestionar casos como el de Laura. Esta revolución es una batalla que para ganar necesitamos unir fuerzas con el ejército opuesto, porque no se trata de derribarlos ni opresarlos, sino de que juntos hombres y mujeres cambiemos este sistema. Necesitamos tener más confianza en nosotras mismas, y entre más mujeres y hombres nos sigamos apoyando para construir esa confianza, más fácil y rápido nos será llegar a un mundo en el que no tengamos que mentir en una entrevista de trabajo sobre si queremos tener hijos, en donde nuestros sueldos no sean menores que el de los hombres y en donde ambos géneros tengamos las mismas oportunidades para emprender nuestros negocios.

Alcanza el éxito, crea tu propia historia, no hay modelo a seguir. Hillary Clinton, Sheryl Sandberg o Angela Merkel, sin duda pueden ser modelos a seguir, pero cada una de nosotras viene de diferentes raíces, ha vivido distintas experiencias y tiene diversos propósitos, transformemos desde nuestro entorno, construyamos nuestra propia historia de éxito. Yo no vengo de una familia emprendedora y tampoco de un círculo social donde muchos lo hayan hecho, a decir verdad, la idea de “Emprender” aún me da un poco de miedo, más sin embargo hoy más que nunca yo y miles de mujeres estamos convencidas de que este es el camino que queremos tomar, así que hagamos que nuestras voces resuenen más alto que nuestros tacones, que nuestros pasos derriben los muros y luchemos para convertirnos en la mejor versión de nosotras mismas. 


[1] Datos obtenidos de https://www.entrepreneur.com/article/271784

[2] Source: Statistical Data on Women Entrepreneurs in Europe Report

[3] Source: Crunchbase Women in Venture Report, May 2016

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