El informe analiza la evolución de las mayores empresas españolas y portuguesas por capitalización (85 españolas y 40 portuguesas) en la gestión de las emisiones de carbono y en su lucha contra el cambio climático. El informe sugiere tendencias similares a las identificadas en el estudio sobre el reporting de sostenibilidad en el IBEX 35 publicado recientemente por la consultoría Carbon Clear, demostrando que las compañías líderes están llevando a cabo y comunicando sus iniciativas de sostenibilidad, aunque un número significativo de empresas aún no están mostrando el progreso esperado.
Entre las tendencias identificadas en el informe del CDP, destacan:
La metodología de puntuación este año sienta las bases sobre las que el CDP monitorizará el progreso y desempeño de las compañías con respecto a la ciencia climática, el precio del carbono y el uso de renovables. Esta metodología cambió significativamente en este 2016 en un intento de impulsar las mejores prácticas a través de las respuestas a los diferentes cuestionarios del CDP. Las empresas son ahora categorizadas en cuatro bandas que indican el nivel progreso hacia el liderazgo medioambiental y se les asigna una puntuación en forma de letra para reflejar su performance. Aquellas que han obtenido una A están en la lista A del Clima (The Climate A List) por haber demostrado liderazgo en su enfoque con respecto al cambio climático.
Un total de 14 empresas españolas forman parte de esta lista. En concreto, las empresas españolas que figuran en la lista de 2016 son: Abertis Infraestructuras, Acciona, Amadeus IT Holding, CaixaBank, Enagás, Ferrovial, Gas Natural Fenosa, Grupo Logista, Iberdrola, Inditex, MAPFRE, Obrascón Huarte Lain (OHL), R.E.E., Telefónica.
En general, las compañías españolas evaluadas muestran signos de estar en las primeras etapas de una transformación que les permitirá desasociar emisiones y crecimiento económico. Hay ejemplos claros de obtención de beneficio económico debido en gran medida a las medidas de eco-eficiencia implementadas.
Aunque los resultados son prometedores, el ritmo de cambio no es suficiente en todos los sectores si tenemos en cuenta el desafío al que nos enfrentamos. El sector privado juega un papel esencial en la consecución de los objetivos de descarbonización marcados por la COP21 con lo que ahora más que nunca las empresas deben actuar como agentes de cambio – desarrollando estrategias más ambiciosas e influyendo a sus cadenas de valor para combatir de manera conjunta el cambio climático global.