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La deuda soberana se presenta como una buena herramienta para aquellos que quieran entrar en el mundo de la inversión desde una perspectiva responsable. Además de constituir una buena forma de diversificación para las carteras tradicionales de bonos, los países emergentes son un buen entorno para aplicar esta estrategia

En comparación con los mercados desarrollados, los bonos emitidos por los países emergentes suelen ofrecer una mejor rentabilidad, pero también ofrecen la oportunidad de apoyar a gobiernos que cumplan una serie de criterios medioambientales, económicos, políticos y sociales. La idea es invertir en aquellos países emergentes que se desarrollan e invierten en sus gentes, a la vez que se hace una gestión de renta fija tradicional.

Para conseguir estos objetivos de inversión responsable, es muy importante mantener una vigilancia sobre estos países de acuerdo a una serie de criterios. Por ello, en Degroof Petercam AM consideramos que el análisis exhaustivo de los países emisores de deuda constituye el primer paso a la hora de invertir con sostenibilidad. De esta manera, la selección de los bonos combina, en un enfoque único, el análisis financiero y un filtro para localizar los países que consideramos socialmente responsables.

El modelo de sostenibilidad que empleamos hace hincapié en varios desafíos que deben cumplir los países, en particular relacionados con la violencia y la estabilidad política, la fortaleza de las instituciones y la efectividad de las autoridades públicas, tasas de pobreza, desigualdad y desempleo juvenil. Los criterios derivan de datos objetivos recopilados por organismos independientes como la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial o el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas. El ranking es validado cada seis meses por FISAB (siglas de Fixed Income SRI Advisory Board) y la actualización del modelo ha supuesto la exclusión de varios países que no respetan unos valores democráticos mínimos como señalan Freedom House o The Economist.

Este análisis hace posible identificar claramente los riesgos y oportunidades de inversión, basándose en un enfoque fundamental independiente de los índices del mercado. Como resultado, tenemos una selección de países en los que invertir que se podría considerar atípica, al excluir a grandes economías emergentes como Rusia o China, que cumplen los criterios financieros pero, sin embargo, no cumplen los requisitos de sostenibilidad que exige la inversión responsable.

La inversión sostenible es algo más que simplemente ganar una consciencia clara, se trata de desbloquear las oportunidades económicas y sociales a largo plazo. Creemos firmemente que un buen gobierno, que cumpla criterios de sostenibilidad, va a la par con la mejora de las instituciones y la aplicación de buenas políticas económicas, lo que en última instancia también beneficia a los inversores que confían en estos países.

Ophélie Mortier, Responsible Investment Coordinator Degroof Petercam AM

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