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Con temperaturas extremas que superan los 40 °C en varias zonas de España, la necesidad de protegerse del calor es prioritaria. Sin embargo, hacerlo de forma sostenible, reduciendo el gasto energético y el impacto ambiental, es clave para afrontar este reto sin comprometer ni la salud ni el planeta.
Ola de calor: cómo proteger tu salud y el planeta sin disparar el consumo eléctrico

Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), España vive una de las olas de calor más intensas de los últimos años. Frente a la tentación de mantener el aire acondicionado encendido todo el día, los expertos recuerdan que existen alternativas eficientes para refrescarse sin disparar la factura eléctrica ni aumentar las emisiones de CO₂.

Entre las medidas más eficaces:

  • Ventilación cruzada: abrir ventanas en lados opuestos de la vivienda durante las primeras horas de la mañana y la noche para generar corrientes de aire natural.
  • Bajar persianas y cerrar cortinas en las horas de más sol, reduciendo la temperatura interior hasta 5 °C.

  • Aislamiento natural: usar toldos, plantas trepadoras o cortinas térmicas para impedir que el calor entre.

Cuidar la salud sin descuidar el medio ambiente

La prioridad sigue siendo evitar golpes de calor y deshidrataciones. El Ministerio de Sanidad recomienda beber agua con frecuencia, vestir ropa ligera y de colores claros, y evitar la exposición directa al sol entre las 12:00 y las 17:00 horas.

En lugar de enfriar excesivamente el ambiente, se aconseja mantener una temperatura interior de 26 °C, óptima para el bienestar y el ahorro energético. Cada grado por debajo puede incrementar el consumo eléctrico un 7%.

Electrodomésticos y hábitos que ayudan

  • Electrodomésticos en horarios frescos: utilizar lavadoras, hornos o planchas por la mañana o por la noche para evitar generar más calor en casa.

  • Cocinar en frío: apostar por ensaladas, frutas y platos que no requieran uso prolongado de fuego o horno.

  • Iluminación LED: además de consumir menos, emiten menos calor que las bombillas tradicionales.

Reducir el uso excesivo de aire acondicionado no solo disminuye la factura de luz, también alivia la presión sobre la red eléctrica y reduce la huella de carbono. Como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adaptación sostenible al calor es parte de la lucha contra el cambio climático, que está incrementando la frecuencia e intensidad de estos episodios.

La ola de calor es un desafío para todos, pero también una oportunidad para repensar nuestros hábitos y apostar por soluciones que cuiden nuestra salud y el planeta al mismo tiempo.

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