El cáncer de pulmón es la principal causa de incidencia y mortalidad por cáncer en el mundo. Según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), los patrones de esta enfermedad han cambiado notablemente en las últimas décadas. Mientras que las tasas de incidencia en los hombres han disminuido en la mayoría de los países, en las mujeres han seguido aumentando.
Los expertos atribuyen estos cambios a modificaciones en la fabricación de cigarrillos y los patrones de consumo de tabaco, pero también a una creciente exposición a la contaminación del aire, especialmente al material particulado fino (PM2.5), un contaminante generado por la combustión de combustibles fósiles y procesos industriales.
El estudio detalla que existen cuatro subtipos principales de cáncer de pulmón: adenocarcinoma, carcinoma de células escamosas, carcinoma de células pequeñas y carcinoma de células grandes. Entre ellos, el adenocarcinoma ha emergido como el subtipo predominante, con un incremento significativo en los casos observados en generaciones jóvenes, particularmente en mujeres.
Según los datos, de los 200.000 casos de adenocarcinoma de pulmón atribuibles a la contaminación ambiental en 2022, 114.486 afectaron a hombres y 80.378 a mujeres. En términos de incidencia, las tasas más altas de este subtipo de cáncer se registraron en Asia Oriental, con 27,12 casos por cada 100.000 hombres y 19,04 por cada 100.000 mujeres.
El doctor Freddie Bray, jefe de la División de Vigilancia del Cáncer de la IARC y autor principal del estudio, destacó la importancia de estas investigaciones para la prevención del cáncer de pulmón. "Los resultados aportan información clave sobre la evolución de la enfermedad y los factores de riesgo subyacentes, lo que permite orientar estrategias de prevención y políticas públicas más efectivas", afirmó.
Los especialistas enfatizan la necesidad de fortalecer las políticas de control del tabaco y reducir la contaminación del aire para mitigar el impacto del adenocarcinoma de pulmón a nivel global. Además, instan a los responsables de la formulación de políticas a desarrollar estrategias específicas para las poblaciones de alto riesgo, especialmente en las regiones con mayor exposición a la contaminación ambiental.
El estudio refuerza la creciente evidencia sobre la relación entre la contaminación ambiental y el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, subrayando la necesidad urgente de acciones globales para mejorar la calidad del aire y reducir el impacto de esta enfermedad en la salud pública.