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Un nuevo informe realizado por CDP, la organización sin ánimo de lucro que gestiona CDP-ICLEI Track, la principal plataforma mundial de información sobre el progreso climático de las ciudades y elaborado a partir de casi 1.000 ciudades, muestra que los planes climáticos de las grandes urbes que se centran en las personas obtienen mejores resultados. Los datos obtenidos muestran que la mayoría de las ciudades se enfrentan a riesgos climáticos extremos como el calor y las inundaciones y aquellas que evalúan las necesidades de las personas en su acción climática obtienen 7 veces más beneficios en áreas como el empleo, la salud pública, la inclusión social y la biodiversidad.

El 2022 ha demostrado el devastador impacto del cambio climático en las personas. La emergencia climática es uno de los principales problemas de la agenda global y la mayoría de las administraciones están desplegando acciones y políticas tendientes a proteger el medioambiente y, con ello, a la sociedad en su conjunto.

En ese desafío, aquellos programas que pongan a las personas en el centro de la acción climática pueden convertir sus ciudades en lugares más saludables, prósperos e inclusivos para sus habitantes. Así se desprende del informe “Protecting People and the Planet” (Protegiendo a la gente y al planeta) elaborado a partir del análisis de casi 1.000 ciudades y realizado por CDP, la organización sin ánimo de lucro que gestiona CDP-ICLEI Track, la principal plataforma mundial de información sobre el progreso climático de las ciudades.

Diariamente, estamos expuestos a información acerca del cambio climático. Está aquí. Es palpable. Es casi inevitable encender las noticias, abrir un periódico o escuchar un podcast en el cual se muestren escenas realmente impactantes de destrucción y devastación causadas por el azote del cambio climático. Escenas para las que las palabras “sin precedentes", "lo peor de la historia" o "la primera vez en la historia" no son suficientes para transmitir todo el impacto del aumento de las temperaturas y de las emisiones de gases de efecto invernadero. El informe denuncia que 4 de cada 5 ciudades se enfrentan a peligros como el calor extremo y las inundaciones. Casi un tercio (28%) señala que los peligros climáticos amenazan a la gran mayoría (70%) de sus habitantes. Y el 25% se enfrenta a peligros de alto riesgo que se prevé que empeoren de aquí a 2025.

Las complicadas métricas climáticas y los intrincados debates políticos sobre un futuro sostenible a menudo pueden parecer muy alejados de la vida cotidiana de la gente. Sin embargo, no debemos olvidar que las personas están en el centro de la necesidad de respetar un aumento de la temperatura global de 1,5ºC. En este sentido, el informe muestra que las ciudades que adoptan medidas climáticas centradas en las personas obtienen múltiples beneficios adicionales para sus ciudades, además de reducir las emisiones. 

Pero, ¿qué son acciones centradas en las personas? lo investigadores explican que son aquellas en las que se tienen en cuenta las necesidades de los individuos, especialmente de los grupos vulnerables, desde la evaluación hasta la ejecución. Así, la acción climática centrada en las personas examina y considera las necesidades de la ciudadanía como parte central de las etapas de evaluación, fijación de objetivos, planificación y ejecución de la acción. Desbloquea los beneficios sociales económicos y medioambientales, mejora la equidad y la inclusión y garantiza una transición justa hacia una economía baja en carbono. De este modo, este tipo de acción climática identifica las poblaciones vulnerables más necesitadas de apoyo; analiza las experiencias locales y las necesidades y capacidades de diferentes comunidades; se compromete con la gente en un proceso transparente y deliberativo; da protagonismo a los grupos social y económicamente marginados social y económicamente; y utiliza las lecciones aprendidas por quienes se enfrentan a los riesgos climáticos para ofrecer estrategias de adaptación justas que liberen beneficios sociales y económicos.

De este modo, la publicación de CDP concluye que el 85% de las ciudades que ha desplegado acciones centradas en las personas ha obtenido beneficios sociales y de salud pública, desde la calidad del aire hasta la seguridad alimentaria y la protección de las personas vulnerables. Además, otra conclusión que se desprende del estudio es que las ciudades tienen 5 veces más probabilidades de considerar la creación de empleo como un beneficio colateral si se centran en las personas en sus acciones climáticas. En términos generales, las ciudades que adoptan medidas climáticas centradas en las personas identificaron 7 veces más beneficios colaterales de las medidas climáticas que la media mundial en áreas como la salud pública, la creación de empleo, la inclusión social y la biodiversidad. 

La buena noticia es que en muchas latitudes la acción ya está en marcha. El documento muestra que el 63% de las ciudades están tomando al menos una acción climática centrada en las personas. Casi la mitad (45%) implica a la sociedad civil en su planificación de la acción climática, y casi dos quintas partes (39%) tienen en cuenta a las poblaciones vulnerables en su evaluación del riesgo climático y la vulnerabilidad. Así, el informe concluye que adaptarse a los efectos cada vez mayores del cambio climático, mitigar su impacto y proteger a las personas, las infraestructuras y las economías debe ser una prioridad absoluta para cualquier administración. Se calcula que hasta 132 millones de personas más caerán en la pobreza extrema de aquí a 2030 a causa del cambio climático, con lo cual, hoy más que nunca desplegar políticas centradas en las personas es indispensable.

Finalmente, sobre los resultados obtenidos en la investigación, Maia Kutner, Directora Global Interina de Ciudades, Estados y Regiones de CDP, afirmó: "Este informe muestra que la acción climática que da prioridad a las personas mejora la vida. Desbloquea los beneficios sociales, económicos y medioambientales, mejora la inclusión y apoya una transición justa hacia una economía baja en carbono. Las ciudades que identifican, involucran y comprenden a los grupos vulnerables ven los beneficios claros y crean un futuro sostenible para las personas y el planeta."

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