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Este año, la inflación va a complicar la vuelta a las aulas. Se calcula que los gastos para este año pueden aumentar hasta en 100 euros en la escuela pública. Sin embargo, desde BBVA proponen algunas calves que permitirán a las familias tener un comienzo de curso más económico y reponsable.

Un año más, la vuelta al cole viene cargada de incertidumbre. Esta vez no será por las restricciones a causa de la pandemia, sino que la incertidumbre está vinculada a la compleja situación económica que atraviesa el país. El curso académico 2022-23 estará atravesado por la subida de los precios que se notará en el desembolso económico de las familias, evidentemente, muchas cosas relacionadas con la vuelta a las aulas han subido. Según datos oficiales, todo lo que lleve papel en su composición (cuadernos, folios) ha aumentado en un 23,1 %. También los libros suben un 1,5 %; los lápices, bolígrafos y pinturas han subido un 4,9 % desde julio; la ropa infantil lo ha hecho un 2,4 % y el calzado es un 9,4 % más caro. Los precios de los comedores escolares también han aumentado en un 1,7%.

Según un estudio del comparador financiero Banqmi, las familias pagarán este año 405,07 euros de media por alumno en la vuelta al cole, lo que supone un incremento en el gasto de un 4,7 % respecto a lo que abonaron el curso pasado (386,76 euros). Otros estudios aumentan la cifra hasta los 500 euros. Según una encuesta de la OCU, los gastos del pasado año fueron de unos 350 euros en la escuela pública, 770 en la concertada y 1.030 en la privada.

Teniendo en cuenta que una parte muy importante de los hogares donde conviven menores de 16 años (en España son más del 30 % de las familias con dos adultos a cargo y casi el 60 % de las familias monoparentales) no tuvieron en 2021 capacidad para afrontar gastos inesperados, según la última Encuesta de Condiciones de Vida del INE, es necesario plantearse métodos de ahorro para que esta vuelta al cole no sea gravosa para las familias.

En este sentido, desde BBVA han desarrollado un decálogo de consejos para una vuelta al cole más económica y sostenible:

  1. Planificación y programación de gastos: Es necesario prever y aprovechar todas las ofertas y descuentos. En las semanas previas al comienzo de curso abundan. Lo ideal es hacer esta previsión al terminar el curso anterior, ya que en ese caso tendremos por delante muy buenas ofertas y las rebajas de verano.
  2. Los libros de texto no podrán heredarse en algunos cursos: Los nuevos contenidos que se impartirán con la nueva ley de educación, la LOMLOE, supondrán nuevos materiales. La administración central y algunas comunidades autónomas, incluso librerías, sin embargo, ofrecen ayudas para la compra de libros. Intentar comprarlos de segunda mano es también una buena opción. Incluso intercambiar los de un curso por los de otro entre familias con hijos de diferentes edades.
  3. Aprovechar el material escolar de otros años: Lo mejor es hacer la compra de material escolar sin niños para evitar gastos que en muchas ocasiones son caprichos. Es importante sacar de las mochilas y los armarios todo lo que quedó del curso anterior y ver qué es aprovechable. Probablemente haya gomas de borrar, lápices casi enteros, bolígrafos aún sin usar y algún que otro cuaderno con la mayoría de las hojas en blanco. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el material para el inicio de curso supone el 60 % de todo el gasto por alumno de las familias.
  4. El consumo colaborativo puede traducirse en un importante ahorro:Se puede preguntar a amigos y conocidos que tengan hijos que ya hayan pasado por el curso que se va a empezar si tienen algún tipo de material escolar o ropa que se pueda reutilizar.
  5. La desgravación de la declaración de la renta es otra estrategia de ahorro: Muchas familias desconocen que, en función de la comunidad autónoma, pueden deducir tanto la compra de los libros de texto como del material escolar y los uniformes.
  6. Adquirir artículos de segunda mano:Aunque este punto se refiere principalmente a los libros de texto, cada vez es más frecuente que asociaciones de padres y otros colectivos ofrezcan ejemplares donados por antiguos alumnos, destinados sobre todo a familias con pocos recursos. También existen páginas web, como Truequebook donde se pueden ofrecer y solicitar directamente libros para el nuevo curso. Aplicaciones como Wallapop o Vibbo ayudan a encontrar lo que se busca, ya que permiten realizar búsquedas por cercanía y discriminar por barrios. También existen tiendas especializadas en ropa de segunda mano para niños.
  7. Identificar ayudas económicas: La más habitual, al menos por parte de las administraciones autonómicas, es la subvención para la compra de libros de texto y algunas herramientas para la formación de los niños. El Ministerio de Educación y Formación Profesional tiene un apartado dedicado a ello en su web. También las comunidades autónomas disponen de ayudas.
  8. Limitar el número de actividades extraescolares: Cada curso las actividades extraescolares suponen un gran gasto para muchas familias. Es el momento de tratar de reducir el número o intentar conseguir plaza en alguna oferta pública, bien del ayuntamiento o de la comunidad a la que se pertenezca.
  9. Usar el transporte público: Es posible que no se tenga otra opción de transporte de casa al colegio que no sea el transporte escolar establecido por el centro. Pero si no es ese el caso, es el momento de dejar el coche en casa y utilizar transporte público para ir al colegio. Otra opción puede ser turnarse con otros padres y madres para llevar a varios niños juntos. La bicicleta también es una solución si las distancias no son muy largas. A partir del 1 de septiembre se puede viajar en transporte público a precio reducido gracias a las bonificaciones establecidas por el Gobierno central y, en algunos casos, también de las Administraciones locales.
  10. Comedores escolares más baratos: Las comunidades autónomas disponen de becas de comedor, aunque un estudio realizado por la ONG Save the children concluye que más un millón de niñas y niños sin recursos carecen de beca comedor. Las ayudas y los requisitos para concederlas son muy desiguales por comunidades autónomas y se suelen solicitar en junio. Los meses de junio y septiembre con la jornada continua en muchos centros son los mejores para ahorrarse el comedor escolar. También es preferible en muchos casos, y si el trabajo de los progenitores y la distancia al domicilio familiar lo permiten, que los niños coman en casa y vuelvan después al centro educativo.
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