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Año dos de la aprobación los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y hay poco que celebrar. Un dato, el hambre ha crecido en 2016, por primera vez desde 2003, y ya afecta a 815 millones de personas. Para el logro de estas 17 metas es necesario un cambio profundo por parte de toda la sociedad

Hay que hacer una reconversión mental, empezando por el reseteo de nuestro modelo productivo y de consumo: olvidarnos de la inercia de usar y tirar. “Para conseguir las metas, la humanidad tiene que focalizarse en la doble agenda global que se complementa: los ODS y el Acuerdo de Paris. Pero si nos dispersamos y pensamos en religiones o banderas habrá dificultades para conseguirlo”, indica Victor Viñuales, vicepresidente de la Red Española del Pacto Mundial. Hace falta cambios disruptivos y masivos.

La desigualdad, el protecionismo, los conflictos bélicos o el cambio climático ponen de manifiesto que aún queda mucho por avanzar. Sin embargo, también se debe mirar los aspectos positivos para fomentar, concienciar más y guiar a la acción. "La colaboración entre sector privado y las ONG aumenta favorablemente, hay una iniciativa aprobada en la Comisión Europea para promover la igualdad de género o el impulso en los derechos humanos. La contribución de España es modesta pero es muy importante, no dejemos a a nadie atrás y no nos quedemos nosotros tampoco atrás", así lo ha expresado el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando García Casas, en la presentación de la Guía "ODS, año 2. Análisis, tendencias y liderazgo empresarial en España".

Un documento de la Red Española del Pacto Mundial que ofrece un análisis sobre las medidas que las empresas que conforman el IBEX 35 están implantando, y concluye que el 74% de ellas ya incluye un compromiso expreso con los ODS en sus memorias de sostenibilidad o Responsabilidad Social (RSE/RSC). Ello posibilita que ya se hayan posicionado como un actor de desarrollo de primer orden a través de la integración en sus estrategias corporativas de estas metas, que configuran la columna vertebral de la Agenda 2030.

El estudio revela que el 57% del IBEX 35 ya ha alineado su núcleo de negocio con los ODS. Es decir, estas corporaciones han dado un paso más allá del compromiso, realizando un ejercicio a nivel interno para analizar sus contribuciones positivas y negativas a cada una de estos desafíos, e identificando aquellas áreas sobre las que necesitan trabajar de forma prioritaria. Éste destaca el peso que estas corporaciones conceden al trabajo en red. En concreto, el 34% de ellas ya persigue la creación de alianzas para impulsar los ODS, cometido que es recogido en el Objetivo 17.

A pesar de los avances dados, todavía quedan campos de acción por explorar. Por ejemplo, ninguna empresa del IBEX 35 recoge en sus memorias la impartición de formación a empleados o proveedores en materia de ODS. Un dato especialmente relevante si se tiene en cuenta la capacidad de los altos directivos y mandos intermedios para lograr una cultura empresarial ligada al desarrollo sostenible. Asimismo, solo el 8% ha llevado a cabo compromisos públicos cuantificables en relación a los ODS. Un paso fundamental, ya que solo a través de metas medibles se podrá alcanzar una contribución real y plena.

“Las grandes organizaciones de nuestro país han asumido los ODS como metas propias. Se trata de una estrategia win-win: las empresas contribuyen a profesionalizar y mejorar las acciones orientadas al desarrollo, al tiempo que este marco le permite redefinir el valor tanto financiero como social y ambiental de sus negocios y obtener nuevas oportunidades”, ha explicado Isabel Garro, directora de la Red Española de Pacto Mundial.

La innovación, un eje estratégico para el desarrollo

En el camino hacia el desarrollo sostenible, resulta fundamental armonizar tres elementos básicos: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente. Estos elementos están interrelacionados y son esenciales para el bienestar de las personas y las sociedades. Un desafío que, según las empresas del IBEX 35, pasa por una importante inversión en innovación como fuente de progreso. Por ello, y como punto diferencial respecto al grueso empresarial español, es el ODS 9 -que trabaja la industria, la innovación y las infraestructuras- el más presente en sus memorias de sostenibilidad. Le siguen el ODS 8 – que promueve el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos- y el 13, centrado en la acción por el clima. Por su parte, el conjunto de las empresas españolas está más dedicado a los ODS 5, sobre la igualdad de género, y al 8.

Las grandes compañías de nuestro país consolidan su papel como referente para el grueso de sector privado. A ello hay que añadir su capacidad de influencia sobre dos agentes clave: sus proveedores, debido a que el trabajo con la cadena de valor es una de las grandes tendencias en sostenibilidad, y los clientes, dado el carácter universal de los ODS y su orientación hacia modelos de producción y consumo responsable.

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