La financiación de la transición hacia una economía neutra en carbono plantea un reto complejo y matizado, plagado de interrogantes sobre el equilibrio que existe entre las estrategias éticas y responsables y la Sostenibilidad. Si la primera, centrada en el respaldo de las partes interesadas en las prácticas empresariales responsables, deja un amplio margen de interpretación, la segunda, marcada por conceptos globales y órdenes internacionales, ofrece menos flexibilidad.