El pasado 9 de agosto, la coalición internacional encabezada por Arabia Saudí llevó a cabo un ataque aéreo contra un vehículo escolar en un mercado en Dhahyan, una localidad del norte de Yemen, un presunto crimen de guerra[1] que causó la muerte a 51 personas, entre ellas más de 40 niños, y heridas a decenas de personas, al parecer con una bomba guiada de precisión Lockheed Martin, fabricada y suministrada por Estados Unidos.