En FREENOW creemos que garantizar el derecho a un entorno saludable no es solo una cuestión ambiental, sino una urgencia social, económica y política. Avanzar hacia ciudades sin contaminación requiere una transformación audaz en la forma en que nos movemos.
Para lograrlo es imprescindible acelerar la transición hacia una movilidad eléctrica y compartida, reducir la dependencia del coche privado y garantizar que las soluciones más sostenibles estén al alcance de todos los ciudadanos, sin importar su nivel de renta, localización o condiciones físicas. Esta movilidad del futuro y del presente debe ser menos contaminante, sí, pero también más inclusiva.
Desde FREENOW estamos apostando por convertir esa visión en realidad. En 2024, el 64 % de los nuevos taxis incorporados a nuestra plataforma fueron totalmente o parcialmente electrificados y el 47 % de todos los trayectos en Europa se realizaron ya en vehículos eléctricos.
En España, donde operamos en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, hemos logrado reducir en hasta 9 puntos porcentuales los trayectos con vehículos de combustión interna en la capital en solo un año y 7 en la Ciudad Condal. Además, la colaboración con operadores como Voltio nos ha permitido integrar en la capital más de 500 coches eléctricos compartidos en nuestra app, con más de 4.300 trayectos en apenas unos meses.
Pero estas transformaciones no pueden depender solo de la iniciativa privada. Para alcanzar los ambiciosos objetivos de reducción de gases de efecto invernadero se necesita trabajar de forma conjunta entre el sector público y el privado con el foco en tres palancas: inversión pública en infraestructura de recarga, incentivos y apoyos económicos reales para los conductores que dan el paso hacia el vehículo eléctrico y una regulación coherente, estable y alineada con los objetivos climáticos.
En un momento en el que el transporte es responsable de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, según la Agencia Europea de la Energía, no hay solución climática sin movilidad sostenible. A través de alianzas público-privadas, innovación tecnológica y una firme voluntad de cambio, podemos construir un futuro donde moverse no signifique contaminar, y donde el derecho a respirar aire limpio sea una garantía, no un privilegio.