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“La solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”, decía el escritor uruguayo Eduardo Galeano cuando se refería a la importancia de la colaboración. Y la colaboración se ha desbordado estos días entre los ciudadanos y las empresas para tratar de contribuir a frenar la crisis sanitaria, social y económica que está generando el COVID-19. También las Entidades No Lucrativas (ENL) han vuelto a responder como siempre: prestando atención a los colectivos más desfavorecidos frente esta pandemia, y coordinándose con las administraciones públicas para mitigar su impacto a nivel sanitario.

Desde el inicio de la crisis del Coronavirus el compromiso de las ONG con la sociedad española ha vuelto a quedar demostrado cuando más se las necesita.

Contamos con organizaciones sanitarias que están acostumbradas a trabajar para combatir enfermedades en zonas catastróficas, de guerra o en países que cuentan con sistemas de salud y de higiene deficientes, como Médicos Sin Fronteras o Médicos del Mundo. Ante la situación que estamos viviendo, estas organizaciones han puesto todo su conocimiento y experiencia en gestión de epidemias a disposición de las autoridades y de la sociedad española para ayudar a mitigar el impacto COVID-19 en nuestro país. Médicos Sin Fronteras ha montado dos unidades sanitarias de apoyo a los hospitales madrileños Severo Ochoa, en Leganés, y Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares, con capacidad de más de 200 camas para descongestionar las urgencias. Médicos del Mundo colabora con el Ejército de Tierra y el Hospital Gregorio Marañón de Madrid en el espacio adicional para enfermos de COVID-19 con capacidad para 150 personas. Farmamundi, por su parte, ha cambiado el foco de la colaboración y ha suministrado nueve toneladas de Equipos de Protección Individual (EPI), como guantes, mascarillas, gel hidroalcohólico y otros elementos de seguridad para sanitarios y para entidades de distribución españolas que brindan servicio a farmacias y hospitales.

Para dar la mejor respuesta posible a las personas en situación de vulnerabilidad y población general, Cruz Roja ha lanzado el Plan Cruz Roja Responde frente al COVID-19 en coordinación con todas las administraciones públicas con el que pretende cubrir las necesidades de más de 1.350.000 personas durante los dos próximos meses. Entidades que trabajan con infancia como Save The Children, Educo o Fundación Balia, entre otras, han redoblado sus esfuerzos para que durante esta crisis las familias más vulnerables no se queden desatendidas. O Grandes Amigos han reforzado el acompañamiento telefónico para los mayores de nuestras ciudades que viven solos en sus casas.

Estas son solo algunas de las múltiples iniciativas que se han puesto en marcha durante las últimas semanas en España, un ejemplo del compromiso de las ONG con nuestra sociedad, que nos han recordado a todos que siempre están ahí cuando más se las necesita. En esta ocasión la busqueda de colaboración es para llevar a cabo los proyectos aquí, pero no debemos olvidar que todavía no conocemos el impacto de esta pandemia en las poblaciones más desfavorecidas de los países menos desarrollados económicamente. Todo ha cambiado a nivel global desde que en diciembre China diera la primera voz de alarma con la aparición de un nuevo virus.

Por esta razón, desde la Asociación Española de Fundraising (AEFr) realizamos un llamamiento a los socios y donantes de las ONG para que, en la medida de las posibilidades de cada uno, mantengan su colaboración y contribuyan a que todas estas organizaciones desarrollen sus programas y puedan desplegar otros especiales para atender a las personas más vulnerables afectadas por la crisis del COVID-19, como personas en riesgo de exclusión social, mayores, enfermos, personas con discapacidad, inmigrantes o personas sin hogar. 

La incertidumbre que ha generado la crisis del Coronavirus hace más necesario que nunca continuar la colaboración económica por parte de socios, donantes y empresas. Venimos de un momento en el que los españoles estaban incrementando su apoyo económico al tercer sector. En 2018, los ciudadanos aumentaron su aportación media anual un 4% frente al año anterior, según quedó reflejado en el estudio de la AEFr “La Realidad del Socio 2019”, incrementando en más de 5 euros la cuota media anual de 133€ en 2017 a 138€ en 2018. Ahora es más deseable y necesario que nunca que, en la medida en la que cada uno pueda, prosiga esa tendencia.

En toda crisis siempre hay oportunidades y en época de confinamiento las estrategias de captación de fondos a través de canales digitales están ganando importancia frente a otras vías más tradicionales. Las ENL tienen una gran oportunidad para impulsar este canal, que no es el más desarrollado a la hora de captar fondos, y para que el fundraising digital se convierta en una herramienta sólida para la colaboración y la fidelización de socios.

Esta crisis está haciendo que se tambaleen los pilares de todo tipo de organizaciones, también de las ONG. Por eso, cada uno de nosotros tenemos que ver de qué manera podemos seguir apoyando sus causas y colaborar con las que han lanzado para minimizar el impacto del COVID-19, porque las ONG nunca fallan.

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