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En el complejo horizonte empresarial en el que nos movemos hoy en día, se espera que las empresas den más que beneficios y valor accionarial: el foco se pone cada vez más en su desempeño no financiero. Un elemento de este enfoque ASG (Ambiental, Social y de Gobierno) es la inversión en recursos humanos y financieros para desarrollar, implementar y reportar públicamente sus estrategias de RSC

Las empresas pueden escoger bajo qué marcos reportan sus informes anuales y memorias de sostenibilidad, GRI por ejemplo, a qué índices deciden contestar, CDP o DJSI, o qué información publicar en su página web y otros canales de comunicación. Sea cual sea el medio, parece que estos esfuerzos se traducen en mejores resultados financieros.

Al encontrarnos ya de lleno en el periodo de reporte, y con las compañías empezando a pensar en cómo mejorar su respuesta al DJSI o al CDP, os damos a continuación tres razones por las que informar sobre indicadores no financieros es igual de relevante que la publicación de vuestro balance financiero.

1. Las empresas sostenibles logran un mejor desempeño

Un estudio reciente publicado por McKinsey encontró que las compañías hacen que la sostenibilidad sea una consideración empresarial a través de su introducción horizontal en sus operaciones, valores y estrategias. Tomarse en serio el cambio climático, la eficiencia energética y otros aspectos de la sostenibilidad ayuda a identificar oportunidades de reducción de costes, mantenerse al día de los cambios legislativos y cultivar una reputación positiva. Muy a menudo, el valor también se crea a través del desarrollo de nuevos productos y servicios en línea con la transición global hacia una economía baja en carbono.

Tomar un enfoque de valor compartido crea valor financiero a la vez que aborda cuestiones sociales y ambientales. Un buen ejemplo de esto es el Plan de Vida Sostenible de Unilever cuyo objetivo es duplicar los ingresos de la compañía al tiempo que reduce a la mitad su huella de carbono en la próxima década. El plan también incluye amplias iniciativas para mejorar la salud, el bienestar y el empoderamiento de las mujeres y los pequeños agricultores. Como Unilever opera en más de 190 países y alcanza a dos mil millones de consumidores al día, no es sorprendente que los consumidores valoren la contribución positiva de la empresa sobre las personas, las comunidades y el planeta. La compañía ha registrado un fuerte crecimiento desde la introducción del plan, al mismo tiempo que avanza hacia sus compromisos. El enfoque de Unilever se sustenta en una estrategia de comunicación y reporte eficaz, que informa a los inversores, clientes y otras partes interesadas de sus avances, desafíos y planes.

2. Las expectativas crecen

No es ningún secreto que nos estamos enfrentando a numerosos desafíos globales: erradicar la pobreza, adaptarnos al cambio climático, reducir la desigualdad de género, asegurar el suministro de alimentos y universalizar el acceso al agua potable, junto a otros. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas en septiembre de 2015 formalizan estos retos en 17 metas mundiales, con 169 sub-objetivos que deben alcanzarse para 2030. Los ODS enfatizan el papel del sector privado en el logro de sus ambiciones.

También se hace hincapié en la importancia de los partenariados de múltiples stakeholders. Se requiere la colaboración y la participación del sector privado, ya que los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales por sí solos no tienen suficientes recursos para ofrecer soluciones. Las empresas contribuirán mediante una combinación de apoyo financiero directo, I + D en soluciones potenciales y alineación de las actividades empresariales básicas con las necesidades sociales más amplias.

Para los inversores institucionales, la atención se centrará en el cambio de los patrones de inversión. Algunas organizaciones ya han tomado estas medidas, ya sea expresando explícitamente su compromiso con los ODS o a través de sus programas de sostenibilidad. Por ejemplo, Coca Cola  ha lanzado un extenso programa sobre los ODS, mientras que Danone ha creado un Fondo de Ecosistemas de 100 millones de euros para contribuir a la lucha contra el cambio climático. Lo hace en colaboración con 51 ONGs a través de la plantación de millones de árboles que secuestran dióxido de carbono, operando 62 proyectos en 28 países.

En una encuesta a 511 expertos en sostenibilidad de 74 países, se encontró que la Acción para el Clima es considerado el ODS más importante para la sociedad, para 4 de cada 10 encuestados. Los expertos también dijeron que este ODS es el que recibe la mayor atención dentro de su organización. Dado el papel central del sector privado en la solución de los desafíos mundiales, es crucial que las empresas inviertan tiempo, energía y recursos financieros en la sostenibilidad. Esto incluye desarrollar sus capacidades en el reporte no financiero.

3. Mayor demanda de información no financiera por parte de legisladores e inversores

En algunos casos, reportar información no financiera es un requisito legislativo. Por ejemplo, a través de la Directiva Europea de Información No Financiera. Mediante el seguimiento de su progreso en cuestiones no financieras, es más probable que las empresas cumplan con los requisitos legislativos actuales y emergentes.

Los inversores también se toman cada vez más en serio parámetros no financieros y de ASG. La red de inversores de CDP, que representa más de US $ 100 billones, utiliza datos reportados por las empresas al CDP para tomar decisiones de inversión. Del mismo modo, DJSI proporciona información valiosa sobre el rendimiento de las empresas en materia de sostenibilidad para los inversores. La tendencia hacia el intercambio de información sobre el desempeño no financiero también es evidente a través del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD), presidido por Michael Bloomberg y con el apoyo de Mark Carney. La TCFD anima a las organizaciones a revelar el impacto que el cambio climático probablemente tendrá en sus negocios. Esto incluye los riesgos físicos y de transición a los que se enfrentan, así como las oportunidades que la transición a una economía baja en carbono ofrece y los impactos financieros. Con el tiempo, las recomendaciones de la TCFD pueden transformarse en legislación en los países del G20 y las empresas que ya hayan considerado estos asuntos estarán bien preparadas para adaptarse.

4. ¿Está preparada su empresa?

Los negocios con mirada a largo plazo ya están incorporando activamente la sostenibilidad en su estrategia de negocios más amplia y están enfatizando el desempeño no financiero. Al hacerlo, crean valor a largo plazo, en términos financieros y más allá.

Para saber más sobre cómo prepararse, lea nuestra guía 5 pasos hacia una sostenibilidad inteligente

 

En este artículo se habla de:
OpiniónEmpresasBuen Gobierno

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