En los últimos años, las empresas han modificado sus prioridades, acorde con los cambios sociales que han ido ocurriendo. En este escenario, compañías de todo el mundo gastan cada año miles de millones de Euros en iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), pero sus directivos todavía tienen un conocimiento limitado de qué funciona y si sus inversiones producen resultados positivos.
Ante la falta de información y con el objetivo de echar luz sobre estas temáticas, bajo el título Inclusion isn’t just nice. It’s necessary la consultora estratégica Boston Consulting Group (BCG) ha publicado un nuevo informe. La publicación explora los resultados del Índice BLISS (Bias- free, Leadership, Inclusion, Safety, and Support) de BCG, una herramienta que se basa en datos de más de empleados de 16 países de diferentes sectores y que utiliza técnicas de modelización estadística para identificar los sentimientos de inclusión que influyen en sus decisiones que los factores del lugar de trabajo que impulsan esos sentimientos de inclusión.
El informe explica que, como la inclusión en el lugar de trabajo es especialmente difícil de definir, medir e impactar sobre ella, en ocasiones no les dan la prioridad que merece en sus iniciativas DEI. Sin embargo, mejorar la percepción de inclusión de los empleados (sentirse valorados y respetados); creer que sus enfoques importan; sentirse felices, motivados y orgullos de la organización; y sentirse apoyados en su bienestar mental y físico- pueden aportar un enorme valor empresarial.
Una de las principales conclusiones que emerge del estudio es que España es uno de los países mejor puntuados en la percepción de la inclusión femenina (0,5 puntos por encima de la media); no obstante, todavía tiene margen de mejora hacia otros ámbitos y colectivos, como las personas con discapacidad (1,96 puntos por debajo de la media) y aquellas procedentes de un entorno socioecómico de pobreza (1,97 puntos por debajo de la media).
El equipo de expertos de BCG concluyen que la inclusión es beneficiosa tanto para las empresas como para los empleados. En este sentido, los datos del Índice BLISS desvelan lo que más importa a los empleados, lo que permite a las empresas desarrollar estrategias y programas rentables para apoyar la inclusión en el lugar de trabajo. Al respecto, se observa que las empresas que aumentan sus puntuaciones en el Índice BLISS del cuartil más bajo a su mediana pueden aumentar los sentimientos de felicidad y capacidades de los empleados para desarrollar su potencial en casi 30 puntos porcentuales y reducir el riesgo de abandono de la empresa en un 50% de media y un 40% en el caso de España.
El Índice BLISS revela varios factores clave que mejoran el sentimiento de inclusión en el lugar de trabajo para todos los empleados, en todos los sectores y países:
Finalmente, para mejorar la felicidad, el bienestar y la retención de las y los empleados, el informe concluye con una serie de acciones en las que los líderes deberían centrar sus esfuerzos de inclusión: