El reciente acuerdo alcanzado en Dubái reafirma la urgente necesidad de reducir las emisiones en un 43% para 2030, con la meta de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Sin embargo, las proyecciones actuales indican que estamos considerablemente lejos de cumplir estos objetivos. Para lograrlo, es imperativo incrementar la ambición de las medidas implementadas, un desafío que recae directamente en el sector empresarial, pieza clave en la batalla contra el cambio climático.