La gestión de residuos suele considerarse parte de la responsabilidad social de las empresas: una acción positiva para proteger el medio ambiente y contribuir a la sociedad. Sin embargo, esta perspectiva pasa por alto los importantes beneficios empresariales que puede ofrecer una gestión eficaz de los residuos. Más allá del cumplimiento de los deberes éticos, un programa de gestión de residuos bien diseñado puede mejorar directamente los resultados financieros y la eficiencia operativa de una empresa.