S&P Global Ratings lo explica con claridad: la creación de un futuro sostenible requiere de una financiación sostenible. En este sentido, después de que el mercado mundial de deuda sostenible alcanzara un récord de 960.000 millones de dólares el año pasado, la agencia estadounidense de calificación de riesgo espera que la emisión supere los 1,5 billones de dólares en 2022, a pesar de que la emisión global de bonos se haya estancado. El interés de los inversores y de las empresas por los principios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés), y su compromiso con ellos, está reconfigurando los mercados crediticios mundiales, desde los préstamos de bonos hasta las rebajas de la calificación de la deuda.