Publicado el
En un mundo cambiante como el actual, para poder atender las problemáticas sociales y responder a sus propias misiones, las ONG requieren una visión de contexto global amplio y deben promover colaboraciones intersectoriales efectivas y transformadoras. El informe “Cambio sistémico desde las ONG: Impulsando colaboraciones multisectoriales avanzadas” resume las principales conclusiones del estudio realizado en el marco del programa Esade-PwC de Liderazgo Social, iniciativa conjunta de la Fundación PwC y el Instituto de Innovación Social de Esade, con el objetivo de ofrecer recomendaciones y herramientas prácticas para facilitar la adopción de un enfoque sistémico en el tercer sector.

En el contexto actual marcado por múltiples desigualdades, el rol de las ONG es cada vez más importante. Sin embargo, para que estas puedan desempeñar bien su misión es importante que adopten un enfoque sistémico. Así lo explica el estudio “Cambio sistémico desde las ONG: Impulsando colaboraciones multisectoriales avanzadas” realizado en el marco del programa Esade-PwC de Liderazgo Social, iniciativa conjunta de la Fundación PwC y el Instituto de Innovación Social de Esade. La publicación busca ofrecer recomendaciones y herramientas prácticas para facilitar la adopción de un enfoque sistémico, necesario para que las ONG puedan conseguir avances sociales sostenibles y a gran escala.

El documento propone tres grandes ejes centrales para abordar la temática:

I. Cambio Sistémico: Características de un enfoque sistémico, sus beneficios para las organizaciones sociales y los elementos claves para su adopción en la práctica.

Los expertos de Esade afirman que la complejidad y el cambio continuo son características principales de la mayoría de los retos sociales actuales. En este sentido, para afrontar problemas complejos e impulsar procesos efectivos de cambio social, se requiere un enfoque sistémico. Este enfoque trata de tener en cuenta las interacciones entre las diferentes partes de un sistema y entender cómo juntas contribuyen a producir el cambio, en vez de limitarse a tratar de comprender sus componentes específicos, de forma aislada.

De este modo, el cambio sistémico implica:

  • Abordar las causas estructurales, en vez de los síntomas;
  • Alterar y transformar estructuras, costumbres, mentalidades, dinámicas de poder y reglas
  • A través de la colaboración de un conjunto diverso de actores,
  • Con la intención de lograr una mejora duradera de los problemas sociales,
  • A escala local, nacional y global.

La investigación concluye que adoptar un enfoque sistémico permite a las organizaciones generar una perspectiva amplia de un problema o tema, entendiendo las influencias –sociales, económicas, medioambientales y de gobernanza– que existen dentro y entre los diversos aspectos del sistema en que funciona un determinado programa de desarrollo.

II. La colaboración en los procesos de cambio sistémico: Factores clave de éxito de las colaboraciones multiactor e intersectoriales.

El segundo punto que plantea el informe es la centralidad de la colaboración para afrontar los desafíos actuales. Al respecto, afirma que la escala de los retos que las organizaciones sociales deben afrontar –el cambio climático, la falta de vivienda, la justicia racial, la desigualdad de ingresos– es demasiado grande para poder hacerlo en solitario. La capacidad de las entidades sociales para cumplir con su misión depende, cada vez más, del desarrollo de alianzas exitosas con otros actores clave, incluidos los actores públicos y las empresas. La cuestión ahora no es tanto en si se colabora o no –puesto que la mayoría de las organizaciones ya lo hacen, en mayor o menor medida–, sino cómo aprovechar al máximo los potenciales beneficios de colaborar y, sobre todo, cómo incluir a nuevos actores en la conversación.

Algunos de los beneficios de la colaboración son:

  1. Reunir recursos e instrumentos complementarios esenciales
  2. Reunir a un conjunto diverso y representativo de actores
  3. Explotar las sinergias
  4. Crear la masa crítica necesaria para producir resultados
  5. Aprender de forma colectiva y transferir los conocimientos
  6. Innovar como resultado de combinar recursos
  7. Tener la legitimidad y los conocimientos para crear normas, estándares y políticas
  8. Combinar las tres dimensiones de la sostenibilidad
  9. Conseguir escala mediante la combinación de capacidad y acción en diferentes geografías
  10. Redes, conexión: construir relaciones y catalizar la acción

III. La colaboración con la Administración Pública: El enfoque sistémico en el sector público y elementos clave, retos y tendencias en la colaboración público-privada.

Finalmente, el informe indaga sobre la colaboración con el sector público. Sobre este último eje, los expertos analizan que, en los últimos años, la presión sobre los actores públicos y la provisión de servicios sociales ha sido constante. Ello se ha traducido en el papel cada vez más importante de las empresas y de otros actores en la provisión de servicios sociales. En este contexto, afirman, es indispensable establecer alianzas para desarrollar proyectos integrales que consigan el impacto deseado, y así evolucionar hacia un modelo de Estado relacional, que conlleva diseñar un nuevo patrón de gobernanza intersectorial de carácter más horizontal. La colaboración público-privada se plantea ahora como una nueva manera de entender la creación de valor público, con los actores públicos que actúan como directores de orquesta, gestionando las interdependencias y las y las interacciones, para crear valor. El mensaje es claro: La cuestión ahora no es si los diferentes sectores deben o no colaborar, sino cómo estructurar y gestionar estas alianzas para aprovechar todo su potencial.

En este artículo se habla de:
NoticiasONGtercer sectoravances sociales

¡Comparte este contenido en redes!

Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies