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Las universidades empiezan a incluir algunas asignaturas que toman en consideración cuestiones medioambientales, de ética y gobierno corporativo, sin embargo, aún no existe una carrera enfocada a los puestos desempeñados en el área de RSC, pero otras alternativas están irrumpiendo para satisfacer el creciente interés por una economía más sostenible. Según El País, la Asociación de Directivos de Responsabilidad Social (DIRSE) contabiliza 16 másteres, tres cursos de especialización y 12 más de experto en temas relacionados con RSC en España.

Según el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), la RSC es una forma de dirigir las empresas basado en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general. La RSC es un concepto transversal que afecta a distintos ámbitos de gestión de la empresa, por lo que las actividades de responsabilidad social desarrolladas han de estar vinculadas a la actividad básica de la empresa.

Helena Ancos Franco, directora de Ansari Innovación Social y de Agora, Inteligencia Colectiva para la Sostenibilidad explica que: "La RSC en su relativo corto espacio de vida, ha ido evolucionando de forma distinta en los distintos contextos geográficos y regulatorios, pero ha tenido en los ultimos años dos elementos unificadores importantes: el cambio climático y la inequidad social". 

En los años cincuenta surge este concepto en Estados Unidos pero no fue hasta en los años noventa cuando el término logró su máximo esplendor gracias al proceso de globalización, un momento histórico que prometía un futuro lleno de buenos augurios en el que todos los actores del sistema internacional saldrían ganando, produciendo un desarrollo sin precedentes a escala mundial.

Todas esas expectativas de la globalización se han ido diluyendo al presenciar grandes desequilibrios tanto en los países como en sus sociedades. La globalización ha favorecido el aumento del poder de la empresa en detrimento de los Estados, la disminución en derechos para atraer la inversión directa extranjera, los procesos de deslocalización de la producción y la privatización de los servicios básicos. Este contexto tenso favoreció el auge del debate sobre la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), como herramienta clave para aminorar el impacto negativo de las empresas en general y de las multinacionales en particular, sobre los derechos sociales, laborales, el medioambiente y en definitiva, sobre los Derechos Humanos.

Actualmente, el discurso de la responsabilidad social de las empresas es más importante que nunca. Prueba de ello, es el aumento de una oferta de másteres, posgrados y programas ejecutivos sobre RSC y sostenibilidad impartidos por escuelas de negocio, universidades públicas y universidades privadas. Las universidades empiezan a incluir algunas asignaturas que toman en consideración cuestiones medioambientales, de ética y gobierno corporativo, sin embargo, aún no existe una carrera enfocada a los puestos desempeñados en el área de RSC, pero otras alternativas están irrumpiendo para satisfacer el creciente interés por una economía más sostenible. 

María Luisa Clavera, directora general de DIRSE para una entrevista de El País asegura que: "Antes la oferta estaba más dirigida a profesionales de un nivel alto que ocupaban puestos de dirección, pero ahora está enfocada a personas que acaban una licenciatura y que quieren ocupar un puesto dentro de esta área. Ahora hay gente que acaba la carrera y que inmediatamente busca especializarse en RSC ante la demanda creciente de este tipo de perfil. El cambio no es casual". La Asociación de Directivos de Responsabilidad Social (DIRSE) contabiliza 16 másteres, tres cursos de especialización y 12 más de experto en temas relacionados con RSC en España. 

¿Cuál es el perfil de una persona experta en RSC?

Según explica Julia Moreno, senior manager de Forética, para una entrevista de El País, esta persona necesita conocer las diferentes áreas de la sostenibilidad y tener una visión global del negocio. Por un lado tiene una formación sobre temas ambientales como el cambio climático, la economía circular y la gestión sostenible de recursos, temas sociales como los recursos humanos, los derechos humanos y el impacto social. Por último, nociones de gobernanza como compliance, riesgos o reporting. Esta formación se completa con nociones de negocio como economía, administración de empresas y marketing. Existen otras opciones para la especialización en las subtemáticas de la RSC como por ejemplo, en el caso del medio ambiente, las energías renovables, las finanzas sostenibles o la gestión ambiental.

Según una encuesta de DIRSE, el perfil que ocupa la dirección de responsabilidad social en una empresa española suele ser en promedio una mujer de 40 a 50 años con estudios universitarios y en la mayoría de los casos con un posgrado o máster específico en este ámbito y la media de experiencia es de 10 años o más trabajando en la misma empresa. El puesto de directivo de RSC depende, en la mitad de los casos, directamente del máximo ejecutivo de la empresa y forma parte del comité de dirección o está representado. El área de RSC dispone de un equipo promedio de 3,8 colaboradores y de un presupuesto específico que no supera el millón de euros. 

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CURSO: Experto en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Sostenible
 
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