El mundo de las inversiones está cambiando rápidamente, adaptándose a un panorama más consciente sobre la diversidad y la inclusión. En este contexto, enfoques como las inversiones con lentes de género y aquellas que promueven la diversidad no solo generan rendimientos financieros, sino también crean un impacto social positivo e Invertir priorizando la diversidad, ya sea en las empresas receptoras de capital o en los equipos que gestionan los fondos, está demostrado que impulsa la rentabilidad.