2019 ha empezado fuerte. El 25 de enero se produce una catástrofe de gran magnitud. La presa de Feijao, operada por la minera Vale en Brasil revienta arrastrando lodo y residuos mineros llevándose por delante todo lo que encuentra a su paso, incluyendo más de 300 personas de las que 166 han sido confirmadas como víctimas mortales. Las imágenes son estremecedoras, más propias de una película de terror que de un suceso real. Cuatro días más tarde, la energética americana PG&E solicita el concurso de acreedores, ante la bancarrota producida por su responsabilidad en el incendio Camp Fire, que ha asolado el Estado de California en noviembre de 2018, arrasando 62.000 hectáreas y causando la muerte a 86 personas.