Publicado el
Ya se ha elaborado una metodología piloto que utiliza métricas clave de riesgo crediticio, tales como el ratio de Probabilidad de Incumplimiento (PD) y el de Préstamo-Valor (LTV). Este proyecto, en el que participa BBVA, es fruto de una propuesta del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Estas evaluaciones predictivas tienen en cuenta una perspectiva a largo plazo, más allá del marco temporal de dos o tres años que, por lo general, se tienen en cuenta en la realización de los test de estrés. La primera aproximación a la metodología se ha llevado a cabo en tres sectores especialmente sensibles al cambio climático como son el agrícola, el energético y el inmobiliario. De esta manera, los primeros resultados han puesto de manifiesto la necesidad de evaluar los riesgos derivados tanto del cambio climático como de los fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes, a los que están expuestos los clientes y las carteras crediticias de la banca, según explican en BBVA, uno de los dieciseis bancos que participa en la propuesta de la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP-FI, por sus siglas en inglés) para elaborar una metodología que ayude a la industria financiera a gestionar mejor y ser más transparente con respecto a los riesgos para su negocio que supone la transición hacia una economía baja en carbono.

“Tanto para instituciones financieras como para los actores del mercado, la gestión y respuesta efectiva frente al cambio climático siempre implica dos cosas: entender y responder al creciente e inevitable impacto del cambio climático y aprovechar las oportunidades de la transición hacia economías sin emisiones de CO2. Para nosotros es un orgullo formar parte de este grupo de 16 bancos que junto con Acclimatise estamos trabajando para desarrollar los métodos y herramientas que ayudarán al sector financiero a responder al cambio climático de una manera integral, abarcando tanto las dimensiones físicas como de transición del reto”, ha dicho Eric Usher, director ejecutivo de UNEP-FI durante la presentación de esta metodología.

Richenda Connell, directora tecnológica y cofundadora de la consultora medioambiental Acclimatise participante en el proyecto, apunta las ventajas de los resultados de la iniciativa ante los riesgos pero también frente a las oportunidades: “El impacto físico del cambio climático puede suponer un riesgo para las carteras crediticias de la banca. Las innovadoras metodologías publicadas hoy establecen los cimientos que permitirán progresar a medida que mejoran las técnicas de investigación y analítica de datos. Cuando la banca tome conciencia de la magnitud de los riesgos a los que se enfrenta, esto supondrá un hito que animará a otras grandes corporaciones a tomarse muy en serio la gestión del cambio climático. Este refuerzo de la fortaleza para resistir a los impactos del cambio climático también ofrece oportunidades para la banca. Entender bien este fenómeno al que nos enfrentamos supondrá una ventaja comparativa”.

Según BBVA, hay que tener en cuenta que los cambios más lentos pero progresivos pueden erosionar gradualmente la rentabilidad financiera de segmentos completos de prestatarios. Comprender estos fenómenos y los riesgos y oportunidades que de ellos se derivan es fundamental para las estrategias de los bancos dirigidas a incrementar su resistencia frente al  cambio climático.

¡Comparte este contenido en redes!

300x300 diario responsable
 
CURSO: Experto en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Sostenible
 
Advertisement
Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies