El Director de la representación de la Organización Mundial del Trabajo España no se anda con ambages. Para este Diplomático de Naciones Unidas el gran desafío al que se enfrentan las empresas en este siglo XXI es el de la sostenibilidad, no sólo la sostenibilidad económica, sino la sostenibilidad en el tiempo. Para ello considera que son necesarias empresas responsables, empresas que promuevan el trabajo decente, sean socialmente comprometidas y afronten el mayor reto con el que nos encontramos en nuestros días; el cambio climático

Nieto es afable a la par que firme. Su discurso no contiene fisuras y señala que o las empresas - y la sociedad con ellas - cambian de forma radical su forma de trabajar, de producir, de consumir o el sistema no es viable. No hay recursos para seguir creciendo así

Vivimos un desafío enorme con el futuro del trabajo. ¿Qué va a ser del trabajo a lo largo del siglo XXI? ¿Va a tener trabajo la gente? ¿La digitalización y la automatización lo impulsarán? ¿El trabajo que se cree será decente? Son preguntas que a la OIT le preocupa y que quiere responder. Muestra de ello es el último informe que acaban de publicar Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2017: Empresas sostenibles y empleo. Un documento que alerta de que el lento desarrollo de las PYME perjudica el empleo y la economía.  

La Organización Internacional del Trabajo elabora programas para promover el trabajo decente de todos, mujeres y hombres. Una tarea que hoy en día es esencial, y es que en el mundo hay 25 millones de personas que están sometidas a trabajo esclavo. Aquí, el sector privador tienen mucho que aportar; con sus buenas prácticas puede tener un papel fundamental para cortar esto. “Las empresas tienen que ser sostenibles porque de lo contrario no son duraderas. Esto no significa solo ser económicamente sostenibles, su actividad tiene que ser sostenible mediante el punto de visto medioambiental y por supuesto un comportamiento responsable con los trabajadores y con la comunidad”, indica Joaquín Nieto, Director de la Oficina de la OIT para España.

Otro desafío al que se enfrentan las empresas y el resto de la sociedad civil es el ambiental. No hay recursos suficientes energéticos o naturales para los que está consumiendo el sistema; la humanidad está consumiendo el doble de los recursos disponibles. “No hay un plan B para el planeta. Las empresas y el conjunto de la sociedad tienen que cambiar radicalmente o el sistema no es viable”, afirma Nieto. Se necesitan cambios profundos, ir a una economía circular o de ahorro radical. La OIT se interesa por el cambio climático y el medio ambiente porque es consciente de que no habrá trabajos en el futuro en un planeta muerto y porque sabe que esta transformación que se tiene que realizar implica la transformación de cientos de millones de empleos. “Van a desaparecer empleos, pero también aparecerán nuevos. Pero los que se crean no se hacen el mismo momento ni en el mismo lugar que los que se destruyen, por lo tanto habrá que gobernar de una manera justa y con una transición justa. Nada humano es ajeno para nosotros porque una de las actividades humanas más importantes que hay es el trabajo. La gente se gana la vida trabajando”, subraya el entrevistado.

Las transformaciones digitales van a afectar enormemente al futuro de los empleos y al futuro de millones de habitantes. Hay estudios que estiman que el 40% o el 60% de los niños que ahora mismo están en las escuelas trabajarán en profesiones que ahora no existen, y que muchas de las profesiones que ahora se ejercen dejarán de existir. En este contexto, Joaquín Nieto destaca la importancia de hacer una protección social amplia y universal para todos los trabajadores. “No hay sociedad que pueda organizarse con millones de excluidos. La OIT nació con la idea muy sencilla de que no puede haber paz mundial sin justicia social, vamos a cumplir 100 años y es una idea plenamente valida hoy en día. El trabajo decente es la garantía de la supervivencia”, expone Joaquín Nieto.

En la actualidad hay 200 millones de desempleados, una situación que se está prolongando desde la crisis; y esto es muy preocupante. O la sociedad da respuesta a esta demanda de empleo o nos encontraremos con una generación perdida con graves consecuencias sociales y políticas. Una de las soluciones está en el potencial de creación de empleo de la economía verde. “Ahora mismo es el nicho y el vector fundamental de creación de nuevos empleos. Pero no hay que olvidar algo: el gran incremento de la productividad que va a traer la digitalización tiene que venir con un reparto del beneficio en forma de creación de nuevos empleos y actividades”, destaca el Director de la Oficina de la OIT para España.

Jordi Jaumà & Ignacio Cayetano

300x300 diario responsable

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