Lo que para unos son residuos, para otros son creativas oportunidades. A partir de cajas metálicas de galletas o de madera forradas, tenedores, tornillos, sumideros y coladores pueden elaborarse peculiares violines y guitarras. También, a través de la luthería se puede crear un bajo eléctrico con un monopatín, un chelo a partir de bidones de aceite y una espumadera, o un contrabajo en el que la caja de resonancia se ha llevado a cabo con latas de refresco