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Definiciones de innovación social hay muchas. Pero es cierto que la mayor parte de ellas combinan dos ingredientes fundamentales para hacer el buen cóctel de innovación social: innovación y emprendimiento.

Quizás sea por esto, que el vehículo que parece mejor encaja con este concepto es el emprendedor social. Un emprendedor social es, en esencia, es alguien que desarrolla una respuesta o modelo de negocio innovador y sostenible a un problema social. Si bien hace una década el término rara vez se oía, hoy en día mucha gente, desde Madrid hasta Sao Paulo, quiere ser uno de ellos.

Es cierto que el emprendimiento social goza de buena salud, principalmente por su impacto mediático. A todos nos encanta conocer historias de estos “héroes sociales” que combinan lo mejor del mundo social, con lo mejor del mundo de los negocios. Existen multitud de ejemplos de cómo estos emprendimientos han mejorado problemas sociales aparentemente sin esperanza. Por ejemplo, mediante la reducción de las tasas de reincidencia de reclusos como el proyecto de Faustino García Zapico en la cárcel de Villabona en Asturias.

Pero, ¿qué pasa cuando nos referimos al volumen de emprendimientos sociales? ¿Son muchos? ¿Pocos? Yo diría que no son pocos, pero su impacto se reduce en muchos casos al barrio, ciudad o país a lo sumo. Es decir, hay buenas ideas, pero falta escala e impacto, tal y como nos comenta “The Economist” en su artículo “Social innovation: Let's hear those ideas”. En el mundo de los negocios, las empresas emprendedoras a las que les va bien crecen rápido, porque tienen acceso a las redes de contacto y financiación necesarias para que esto suceda. El mercado y ecosistema existen con lo que tienen más probabilidades de escalar sus negocios a otros países y acelerar sus operaciones a través de compras de otras empresas. Pero la historia es diferente para los emprendimientos sociales.

Ahora bien, ¿pueden facilitar las redes sociales a los emprendedores sociales el acceso a nuevos mercados? ¿Y aportarles contactos? ¿Y ayudarles a lograr financiación? ¿Son vitales para su éxito? ¿Más que en cualquier otro negocio o igual?


El lunes 18 comienza un debate en la plataforma RConversa sobre este tema. Te animamos a participar.


Las conclusiones servirán para enriquecer el manifiesto de “Social Media for Social Innovation” que va a promover la Cátedra Telefónica de “Social Media” de la  Universidad Pompeu Fabra, con el apoyo de Telefónica. En el taller sobre “Social Innovation and Social Media (SISoM)” que se celebrará el día 21 en Barcelona en el marco de la quinta Conferencia Internacional de Weblogs y Social Media (ICWSM-11) se trabajará en este manifiesto. Los días posteriores podremos comentarlo en este foro para contribuir a la versión final, que se presentará en el evento “Challenge Social Innovation – Innovating innovation by research – 100 years after Schumpeter”, en septiembre en Viena.


Más información: la innovación social en la Unión Europea y la agenda digital europea

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Opinión

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