Se veía venir que la Humanidad no iba a responder solidariamente… Y eso que la compasión del género Homo con los congéneres más desvalidos ha sido documentada desde tiempos de Atapuerca, hace casi medio millón de años. Sin embargo, la mayor pandemia jamás vivida en todo el planeta –porque la gripe española no llegó a tantos rincones como el maldito SARS-COVID-19- nos ha puesto ante un espejo que nos devuelve el reflejo de un mundo de rapilla en el que ‘el otro y la otra’ han quedado fuera del foco. Primero fueron las mascarillas, luego los medicamentos que podían curar el coronavirus. Ahora, las vacunas.Datos de la Alianza por una Vacuna Popular, una coalición internacional de organizaciones de las que forma parte la ONG española Alianza por la Solidaridad-Action Aid, son clarividentes: el 50% de la producción de todas las vacunas ya ha sido comprada o comprometida para el 14% de la población mundial.