Hay otras formas de mirar la basura, no es solo lo que tiramos, también puede ser un recurso de creación y reflexión de nuestros esquemas sociales y económicos. El colectivo madrileño Basurama lleva 18 años concienciando sobre nuestros residuos, nuestros hábitos de compra y nuestras formas de ser. El resultado final se plasma a través del arte, la investigación y sobre todo el aprendizaje.