Por lo general, a las mujeres nos gustan los zapatos. Otra cosa que nos suele ocurrir es que no siempre estén a nuestro alcance los que nos gustan, o que nos produzcan rozaduras. Y a menudo nos sucede que deseamos un precioso par pero hemos de conformarnos con unos cómodos y usados deportivos. De momento, lo importante es tener zapatos.