El Foro Económico Mundial advierte que los países más pobres son los que cargan con gran parte del hábito mundial de generar desperdicios. Según la organización inglesa de caridad, Tearfund, entre 400.000 y 1 millón de personas mueren cada año en los países en desarrollo debido a enfermedades causadas por la falta de sistemas formales de recolección de residuos.