Todos tenemos grabadas en algún lugar de nuestro cerebro las imágenes de pueblos inundados, costas arrasadas, precarias viviendas que salen volando, cosechas arruinadas, coches que se lleva un río…. El cambio climático, es evidente, ya está aquí y en España sabemos que existe un Consorcio de Compensación de Seguros, entidad aseguradora pública estatal, que se encarga de indemnizar a los damnificados por una catástrofe natural, siempre que tuvieran contratada una póliza sobre sus bienes o sobre la vida de las personas. Se financia por una cuota que se incluye en esas pólizas y casi todos los propietarios las tienen. Pero ¿Qué pasa en el sur del mundo?¿qué pasa si los Estados no tienen recursos ni capacidad para hacer frente a una situación que no han provocado? ¿a quién reclamar si los gobernantes abandonan a su suerte a decenas de miles de personas?