En un año marcado por la controversia en la agenda de los estados y su efecto sobre el sector empresarial, la sostenibilidad ha sido en cierta medida desplazada de la atención pública. Sin embargo, continúa el avance en caminos iniciados en 2015, como la Agenda 2030 y el Acuerdo de París en materia de desarrollo sostenible y lucha contra el cambio climático, respectivamente. Asimismo, se abren nuevas sendas en relación al urbanismo sostenible y la transparencia corporativa, y el proteccionismo podría cambiar el sentido de la brújula de la responsabilidad social