Aunque parezca impensado, aún hoy, el agua es un privilegio y no un derecho. Lo que para muchos es parte de la vida cotidiana, para otros es un lujo. Desde el año 2000, millones de personas han tenido acceso a servicios de agua potable, saneamiento e higiene, pero muchos países todavía tienen un largo camino que recorrer para cumplir plenamente la ambición del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de lograr el acceso universal. El informe “Progreso del agua potable, el saneamiento y la higiene en los hogares 2000-2020”, recientemente publicado por el Programa Conjunto de Monitoreo del Abastecimiento de Agua, el Saneamiento y la Higiene (PCM) de la OMS y UNICEF, evalúa las tasas actuales de progreso y afirma que aún estamos lejos de alcanzar las metas de los ODS para 2030.