Nuestra vida transcurre indecisa, sin saber nuestro destino, si bien podríamos aplicarnos la expresión popular “qué difícil es llegar a buen pueblo por mal camino”. Nadie pondrá en duda que el camino por el que transitamos es complejo, con riesgos claros de accidente y con rumbo incierto. La sociedad ha asimilado, más o menos, la tecnología creciente, las comunicaciones fáciles e inmediatas. No nos damos cuenta que tenemos que hacer un gran esfuerzo de reflexión e intentar poner orden a nuestros esfuerzos baldíos para conseguir una vida equilibrada