Cuando nació Fundación Randstad, hace ahora 20 años, la forma en la que era entendida la discapacidad distaba mucho de cómo lo es en la actualidad. Y es que, entonces, ni estaba entre los asuntos prioritarios sobre los que trabajar, ni se la esperaba. Sin embargo, a lo largo de estas dos décadas de camino, hemos sido testigos de cómo la discapacidad ha dejado de ser ignorada para pasar a formar parte de los temas de la agenda pública de manera más o menos recurrente.
En las últimas décadas, el rápido crecimiento de las ciudades ha planteado un desafío en términos de movilidad y planificación urbana. El aumento constante de la población y, en consecuencia, el de sus desplazamientos ha saturado la infraestructura vial, provocando problemas de tráfico, elevando la contaminación atmosférica y sonora y afectando a la calidad de vida de los ciudadanos. Ante esta realidad, las ciudades se han visto obligadas a revisar sus estrategias de movilidad, priorizando la planificación de servicios públicos eficientes.
En el ámbito de la electrónica de consumo, la sostenibilidad enfrenta numerosos desafíos complejos, destacando la necesidad urgente de implementar sistemas digitales que faciliten los procesos de economía circular. La obsolescencia programada sigue siendo uno de los problemas más críticos, ya que muchos dispositivos están diseñados para tener una vida útil corta, generando una gran cantidad de residuos electrónicos.
Desde hace siglos, la humanidad y las diferentes civilizaciones que han existido han reflexionado en torno al concepto de circularidad. Desde el mito de Ouroboros en Egipto al calendario maya, pasando por la rueda de la vida budista, nos hemos basado en el concepto cíclico para explicar la vida y la naturaleza.
En la actualidad, la movilidad urbana se enfrenta a desafíos significativos: congestión, contaminación y un consumo energético insostenible. Sin embargo, estamos al borde de una transformación profunda, impulsada por la combinación de innovaciones tecnológicas y un rediseño urbano inteligente. Para rediseñar las ciudades del futuro, sostenibles, eficientes y habitables, debemos integrar estos dos enfoques de manera sistémica.
El voluntariado en las universidades no solo complementa la formación académica, sino que también prepara a las y los estudiantes para su futura vida profesional y social. A pesar de su importancia, su presencia en el ámbito académico aún es limitada. Desde 2023, las actividades de extensión son obligatorias en todos los cursos de grado en Brasil, una medida que pone al país a la vanguardia en la creación de una cultura de voluntariado.
La Eurocopa y los Juegos Olímpicos de 2024 se están publicitando como sin precedentes lo que a sostenibilidad se refiere. En ambos casos se están implementando medidas innovadoras para reducir su impacto ambiental, desde la organización del calendario de partidos hasta la reutilización de infraestructuras. Sin embargo, detrás de estos avances, seguimos encontrando los eternos dilemas morales que no pueden ser ignorados.
En un mundo donde la inseguridad alimentaria afecta a millones de personas, el desperdicio de alimentos se presenta como una paradoja inaceptable. En España, se estima que cada año se desperdician aproximadamente 1,300 millones de kilos de comida, una cifra alarmante que contrasta con la necesidad de miles de familias que luchan por tener una alimentación adecuada.
En un mundo donde la preocupación por el medio ambiente y la responsabilidad social empresarial (RSE) crece exponencialmente, la sostenibilidad se ha convertido en un requisito esencial. Las empresas ya no pueden ignorar las exigencias de consumidores conscientes, que demandan productos y servicios respetuosos con el medio ambiente y comprometidos con el bienestar social.
El cambio climático representa una de las mayores amenazas y, a su vez, uno de los principales retos a los que se enfrentan las economías globales. Sus efectos ya están comenzando a notarse en todos los continentes y empiezan a surgir nuevas necesidades de gestión de los recursos naturales para hacerle frente.