
La inteligencia artificial (IA) está transformando la forma en que las empresas diseñan, desarrollan y lanzan productos al mercado. Su integración a lo largo de todo el ciclo de vida del desarrollo de productos —desde la conceptualización hasta la posventa— permite optimizar procesos, reducir costos y responder con mayor rapidez a las necesidades del mercado.

La inteligencia artificial (IA) es un motor esencial de transformación, con aplicaciones que abarcan desde la automoción hasta la atención médica. Sin embargo, a medida que avanza su despliegue, surge un desafío ineludible: ¿cómo equilibrar su impacto ambiental con sus beneficios?

En algunos ámbitos empresariales más que en otros, se suele aludir a la existencia de entornos de cumplimiento inquebrantable, en los que se destacan procedimientos de debida diligencia, políticas internas detalladas, e incluso certificaciones que avalan la conformidad regulatoria. Pero ¿qué tanto de ese “cumplimiento ejemplar” responde realmente a un compromiso sincero con la ética, y qué tanto obedece a otras necesidades?

El presente artículo es el primero de una serie de tres en los que abordaremos desde la Filosofía Moral el problema de la ética. El objetivo no es otro que el de ayudar a que el lector interesado por estos asuntos pueda formar criterio respecto a lo que, por otra parte, constituye el hilo conductor que este curso anima nuestra reflexión de fondo en el marco de la Cátedra Iberdrola de Ética Económica y Empresarial.

En ocasiones la ciencia parece vivir al margen de la sociedad. Lejos de las calles, del ruido del día a día, de las personas que no tienen tiempo ni recursos para pensar en publicaciones científicas porque están demasiado ocupadas sobreviviendo.

La deforestación amenaza la biodiversidad, el clima global y las comunidades que dependen de los bosques. Cada año, miles de hectáreas desaparecen debido a la agricultura intensiva, la tala ilegal y la urbanización. La inteligencia artificial (IA) está emergiendo como una herramienta clave para combatir este problema, transformando los esfuerzos de monitorización, prevención y restauración de ecosistemas forestales.

La idea de aumentar la competitividad económica con un aire más limpio como pilar clave puede resultar, a priori, una combinación curiosa. Sin embargo, este vínculo, lejos de ser caprichoso, puede explicarse con datos reales y teniendo en cuenta los impactos menos visibles de la contaminación del aire.

Todos los días, a las nueve en punto de la mañana, te encuentras en el campo de batalla. No es un coliseo ni una trinchera; es la sala de reuniones de tu empresa. Y ahí, en el centro del ruedo corporativo, se libra la misma lucha de siempre: David contra Goliat. O, en términos actuales, líder contra jefe.

La sostenibilidad ha dejado de ser un concepto secundario para convertirse en un eje fundamental de las políticas económicas globales. En este contexto, la Taxonomía de la UE busca canalizar las inversiones hacia actividades que contribuyan de manera efectiva a los objetivos climáticos y medioambientales. Su aplicación transforma cómo las empresas reportan su impacto ambiental e impone nuevos desafíos y oportunidades al sector financiero.

La Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad presentó ayer, jueves 3 de marzo, su primer Informe de Sostenibilidad. El evento reunió a profesionales del sector, representantes empresariales y especialistas en sostenibilidad, destacando la importancia de la transparencia y la mejora continua. Con este informe, DIRSE refuerza su compromiso con una cultura empresarial responsable y ofrece un modelo de referencia para organizaciones que buscan integrar la sostenibilidad en su estrategia.