Tengo que decirlo. Me encanta charlar con María Viver. Yo la definiría como un ser de luz. Te cuenta las cosas con un entusiamo y una alegría propios de quien está convencido de lo que hace: “Si me dejas soñar… me encantaría poder tener un HUB en cada una de las ciudades. Y eso va a depender de los apoyos que tengamos”. Estoy convencida de que si se empeña, lo conseguirá.
Almudena Díez: ¿Qué significa este HUB, ¿qué significa para tu fundación? Pero, sobre todo, ¿qué significa para para para las personas que lo utilizan?
María Viver: Bueno, este espacio ha sido concebido como un espacio abierto para todas las personas que trabaja la fundación, todos los stakeholders, todos los grupos de interés que son empresas, entidades sociales, universidades, centros de formación, organizaciones públicas, etcétera. ¿Qué es lo que queríamos conseguir con este espacio? Materializar todo el ecosistema social de la fundación, todas las relaciones que hemos ido generando a lo largo de estos 20 años, en un único espacio concebido para y por las personas con discapacidad, pero para trabajar tanto lo que es el empleo de las personas con discapacidad como es la diversidad e inclusión que tienen que ir en paralelo para que realmente se integren en la sociedad.
AD: Lo de ayudar al empleo lo entiendo más porque he visto que este es un sitio que tiene grandes aulas de formación. Pero ¿cómo se trabaja aquí la diversidad y la inclusión? O sea, ¿qué significa este HUB para que mejoren?
MV: Este HUB tiene tres características: un espacio colaborativo, un espacio inclusivo y un espacio digital. Es inclusivo porque cualquier persona con cualquier tipo de discapacidad puede trabajar con el mismo nivel de productividad que cualquier otra persona, porque tiene toda la tecnología puesta a su disposición y arquitectónicamente está diseñado con la última tecnología para que, por ejemplo, los sordos puedan oír o las personas con dificultades visuales dejen de tener esas dificultades. Por ejemplo, para diferenciación de los colores en el caso de los daltónicos. Queremos poner el punto de atención en que los espacios de trabajo en los que hoy se está invirtiendo en bienestar y salud para conseguir mayor productividad y bienestar para los trabajadores está muy bien hacerlos, pero si ponemos el foco también, igual que se pone en el área de sostenibilidad con el ahorro energético, con el reciclado, con el bienestar y la salud si también se pone en la parte de accesibilidad, logramos hacer un espacio inclusivo en donde la gente con discapacidad va a poder trabajar. Por lo tanto, la empresa va a poder obtener sus objetivos en relación con la ley con la cuota de reserva y no van a tener trabas ni problemas y van a mantener el empleo porque van a ser igualmente productivos.
AD: Estoy entendiendo que esto puede funcionar como un sitio de teletrabajo.
MV: Es un sitio de tele trabajo para personas con discapacidad, con acceso libre a wifi y a la impresión. Y, por último, un espacio digital que es muy importante también porque la filosofía de la Fundación Randstad es que la tecnología puesta a disposición de las personas potencia sus capacidades, a todos, a los que tienen discapacidad y sin discapacidad. Pero nosotros queremos poner el punto de atención en que la tecnología tiene que, sobre todo y, en primer lugar, satisfacer las necesidades humanas. Porque si no, no tiene sentido, no tendría una razón de ser.
AD: Sí, de hecho, hay algunas discusiones que dicen que el avance de la tecnología está yendo en contra de algunos colectivos.
MV: Claro, efectivamente. Nosotros queremos poner el punto de atención en que hay una parte esencial de la tecnología que es la humanización. Y que tiene que servir primero a los intereses de las personas, y suplir o cubrir esa falta de capacidad que a lo mejor tienen determinadas personas. Te pongo un ejemplo. El hecho de que una persona que ahora mismo tenga una dificultad de movilidad en las piernas lleva una silla de ruedas. Eso es una tecnología. Lo que pasa es que ya se desarrolló hace muchísimos años y hoy no nos parece nada novedoso, no, pero qué pasa con la inteligencia artificial en la que hoy sí, está todo el mundo metido y hablando. Hay personas a las que posiblemente la inteligencia artificial les ayude a suplir o bien su falta de inteligencia, o bien la falta de capacidad de aprendizaje para poder llegar a ser como otras personas.
AD: ¿Cómo surgió la idea?
MV: Porque, en el desarrollo de la Fundación Randstad nos hemos dado cuenta que se necesita para que la gente con discapacidad se integre en las empresas y sean productivos, hay que darles los apoyos necesarios. Si no es como si a una persona se le pidiera la realización de un trabajo sin el software o el dispositivo necesario para poder hacerlo. Eso hay que trasladarlo al plano de la discapacidad. Si hacemos trabajar en un entorno que no es accesible a una persona con discapacidad, evidentemente va a tener barreras, va a tener problemas para su trabajo. Lo que queríamos materializar y probar es que dando ese apoyo, la gente se puede integrar en las empresas. Puede trabajar y puede ser igualmente productiva.
AD: ¿Cómo habéis notando el éxito? En este poquito tiempo que lleva en marcha, ¿qué crees que se está consiguiendo o materializando?
MV: La realidad es que han pasado ya más de 1.400 personas. Pero ha suscitado muchísimo interés porque es un proyecto innovador dentro del ámbito social. Ya solamente que se conozcan maneras de hacer diferentes en pro para las personas con discapacidad ya es un avance. Y poner en valor la capacidad que tienen realmente las personas con discapacidad y, sobre todo, que necesitan una oportunidad para poder estar en nuestra sociedad porque ellos la quieren, la necesitan también.
AD: Este HUB puede ser como un premio para muchas personas, pero ahora vamos a hablar de otros premios, los que otorga la Fundación Randstad, que ya son un clásico en lo que tiene que ver con la empleabilidad de las personas con discapacidad
MV: Bueno, ya llevamos 19 años… Son premios en reconocimiento a todos los agentes que están involucrados en la labor de integración de las personas con discapacidad. Hoy nos parece muy normal, pero en aquel momento, cuando empezamos, no era tan normal.
AD: Me imagino que hace 19 años era bastante más difícil encontrar a quién premiar que ahora.
MV: Sí, sobre todo que se presentaban menos entidades, empresas, instituciones. Y los proyectos tenían mucho menos contenido del que tienen ahora. Podemos decir con muchísimo orgullo que ha habido un desarrollo sustancial de los proyectos que se presentan, ya con una métrica, con unos indicadores, con un propósito… Hemos avanzado muchísimo como sociedad en estos temas. Y más nos queda por avanzar todavía. Intención y voluntad hay.
AD: Este año, hay una novedad, y es que se ha creado una categoría intersectorial
MV: Así es, hemos hecho una categoría específica para poner en valor el potencial que tiene la colaboración. Hay muchos proyectos que se presentaban de empresas con entidades sociales, o empresas con universidades, o universidades con entidades sociales. La capacidad que se tiene de poder hacer cuando se trabaja en un objetivo común desde diversas partes potencia muchísimo el resultado del proyecto. Y eso es lo que hemos querido este año poner en valor.
AD: ¿Hacéis algún tipo de seguimiento de cómo van evolucionando vuestros premiados?
MV: Podríamos decir que todas las empresas o las instituciones que se presentan a los premios establecen un contacto ya con la fundación. Y Nosotros lo mantenemos, lógicamente. Porque se pueden desarrollar proyectos de manera conjunta. Y se pueden fortalecer esas sinergias.
AD: Claro. Sí, mi pregunta iba por ahí… si da pie a crear lazos. Porque si los premiéis es que son proyectos que merece mucho la pena apoyar.
MV: Sí. Y también es bueno que se conozcan para que otros se impliquen en hacer más.