La Fundación General CSIC ha puesto en marcha ComFuturo, un programa de cooperación público-privada que tiene como objetivo la captación de jóvenes investigadores con talento para identificar retos científico-técnicos relevantes y creatividad para proponer soluciones innovadoras y con aplicabilidad.
Los seleccionados en este programa, en función tanto de sus méritos como de la originalidad, calidad y oportunidad del proyecto de investigación que presenten, tendrían la oportunidad de desarrollar dicho proyecto a lo largo de tres años en un centro de investigación. En particular, el programa se dirige a doctores sin estabilidad laboral que se ven abocados a cambiar de actividad, dejando la investigación, o de país, buscando entornos más propicios para la ciencia y la tecnología. Es difícil dar una cifra exacta del número de jóvenes en esta situación, pero sirvan como orientación los datos del Instituto Nacional de Estadística, que marcan un descenso en 2011 y 2012 del número de investigadores del sistema público de 7.300 EJC (equivalentes a jornada completa), lo que significa que la disminución en términos de personas físicas es todavía muy superior.
El destinatario del programa es un joven científico, mujer u hombre, con título de doctor, que incluso ha podido desarrollar investigación en laboratorios extranjeros de primera fila, que es capaz de diseñar su propio proyecto de investigación y de acometerlo de forma independiente, que publica en revistas internacionales, que es capaz de atraer la atención de sus pares en todo el mundo en dos o tres idiomas, y que ha podido hacer alguna incursión en la transferencia a la industria de los resultados de su investigación. Jóvenes a los que les gusta lo que hacen, investigar, y a los que en su día se les dijo que lo que hacían era importante para el futuro de su país.
El pasado 3 de febrero, el CSIC y su Fundación presentamos ante el mundo empresarial el programa ComFuturo (www.comfuturo.es), acrónimo de “Un COMpromiso público-privado con la ciencia y el FUTURO”, apoyado por el presidente de COTEC, Juan-Miguel Villar Mir, y por la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela. Desde entonces, hemos tenido la oportunidad de reunirnos con muchos representantes de las principales empresas de este país con el ánimo de conformar ComFuturo como un instrumento que permita proporcionar oportunidades en el ámbito de la investigación pública española a jóvenes científicos brillantes, al tiempo que aporta valor a la empresa y a la sociedad en su conjunto.
La experiencia no puede estar siendo más enriquecedora. Sin perder el carácter de mecenazgo científico, al facilitar el acceso a nuevo conocimiento y talento, así como la vinculación a las capacidades del CSIC, ComFuturo constituye un instrumento útil para la estrategia de innovación de la empresa. El programa está siendo percibido por las empresas innovadoras como una vía de acceso a nuevas ideas y a nuevos profesionales. Complementando una realidad empresarial en la que prima la investigación con objetivos a corto plazo, muy orientada a la innovación, ComFuturo puede ser de utilidad al sector empresarial para suministrarle una “visión del futuro” que ayude a la empresa a orientar su estrategia de innovación a largo plazo. Además, al apoyar una investigación que se llevará a cabo en el entorno público, más propicio a la expresión de la creatividad individual del investigador, las empresas que se impliquen en el programa pueden acceder a un tipo de conocimiento abierto y muy relevante, de interés especial ante cambios tecnológicos cada vez más abruptos y disruptivos.
La participación en ComFuturo es una vía para el cumplimiento de las obligaciones de responsabilidad social empresarial asumida por las empresas, que les permite aprovechar la posibilidad de acceso a la creatividad de los jóvenes investigadores y a sus resultados, identificar de entre ellos los que incorporar en sus plantillas o con los que colaborar en el futuro, tal vez atrayéndolos hacia sus programas de emprendimiento, al tiempo que paliar un grave problema de sostenibilidad del sistema de I+D+i español, que afronta el riesgo de que toda una generación de jóvenes investigadores desaparezca del mismo.
ComFuturo está siendo objeto de una favorable acogida por las diferentes instancias que llegan a conocerlo, que lo consideran una iniciativa oportuna y necesaria en el momento actual y lo valoran como un gran espacio de encuentro entre la ciencia y la empresa para el fortalecimiento del sistema de ciencia, tecnología e innovación. Evidentemente, el sector privado no puede sustituir al público en el sostenimiento de este último, pero sí puede mandar señales muy poderosas a todo el país: que se identifica con la investigación como bien público y que se implica en su gestión.
Nadie pone en duda que la sostenibilidad del planeta y de sus habitantes depende de la investigación y la innovación. A día de hoy, sí que hay serias dudas de la sostenibilidad del sistema español de innovación. En un sistema, el todo depende de las partes ¿Cómo sostenerlo cuando una parte tan importante se pierde inexorablemente? ComFuturo puede ser un instrumento de colaboración público-privada que contribuya a paliar esa pérdida y que les haga ver a esos jóvenes el compromiso público-privado con su futuro y el de España.
Miguel García Guerrero, director general de la Fundación General CSIC
