Publicado el

Erase una vez, una persona corriente que vivió uno de esos momentos que marcan y incitan a la reflexión. Fue en el año 2003, en una jornada en una escuela de negocios en la que participaron un conocido político, agentes sociales e importantes empresas. En el momento del debate fue muy representativo comprobar como todo el mundo le “echaba la culpa” al otro, sin asumir que también tenía que tomar partido en el asunto. El debate se volvió discusión, y luego en desencuentro, al menos esa fue su percepción.Aquel día observó que nuestra sociedad tenía un problema y que éste iba a ser mayor en unos años.

Así  fue. Como podéis deducir no se trata de un cuento, todos lo hemos vivido.  Y una parte importante del problema ha sido no querer mirar realmente al foco y no trabajar de manera coordinada esperando a que nos digan qué tenemos que hacer y si no sale bien, quejarnos.  

Soy de la opinión que la corresponsabilidad es un elemento que tenemos que tener presente cada día, en cualquier lugar, en cualquier ocasión. La “culpa” no la tiene solamente una de las partes, es prácticamente imposible tener la responsabilidad al 100%. Debemos incidir, asumir la parte que nos toca y actuar en consecuencia, para poder avanzar de manera definitiva.

Este tipo de situaciones hacen evidente la necesidad de que empresas, los entes, y el tercer sector deben trabajar juntos de manera coordinada, formando parte de una cadena de valor donde la especialización y la complementariedad son fundamentales. Debemos tener claro quien sabe hacer qué, y acordar con esa organización (sea pública o privada) que lo que sabe hacer lo puede hacer con rigor, es a lo que llamamos habitualmente Territorios Socialmente Responsables (TSR).

Pero este concepto ¿existe realmente o es humo embotellado?

No es utopía. Ya  hay ciudades que están tomando nota, por necesidad, por visión o por ambas cosas. Y los resultados están siendo excelentes. Luego hablaremos de algunos ejemplos.

En estos territorios (generalmente son ciudades medianas) se generan entornos “virtuosos” y coordinados donde se sitúa el foco en la persona y donde hay una alta tasa de innovación:  La institución pública trabaja por, para y con las empresas y éstas responden de la misma manera, prescribiendo, apoyando, proponiendo.

Las organizaciones empresariales funcionan y apoyan el proceso, ofreciendo lo que saben hacer, las personas se sienten orgullosas, se vuelven más participativas en las decisiones, se genera cultura de “gobierno abierto” y “transparencia” aprovechándonos de la oportunidad que nos ofrece la tecnología y en concreto “Internet de las cosas” que reporta información en beneficio de la ciudad. Por supuesto estos datos abiertos son utilizados por personas emprendedoras y empresas que detectan oportunidades de negocio y cobertura de necesidades. 

Obviamente este proceso no pasa inadvertido fuera del territorio. Se genera un polo de atracción de empresas que buscan espacios de innovación, que al instalarse generan más trabajo y más riqueza y a la vez, como ya tienen el “ADN incorporado” colaboran, comparten y trabajan juntas para poder competir en entornos globales .

Es el planteamiento de la estrategia Horizon 2020 de la Unión Europea, de la que se está hablando mucho en los últimos meses : espacios en red enfocados a solucionar problemas de la ciudadanía mediante la innovación (social). Las ciudades que llevan trabajando desde hace algún tiempo ahora están sobresaliendo como "ciudades inteligentes" (Pamplona, Barcelona, Málaga, Terrassa, Valencia, Delta del Llobregat, Comarca de Eibar, por citar algunos ejemplos ).

Sin embargo, sigue sorprendiendo que muchas empresas y entes no sean conscientes de este reto todavía. Doy fe porque he asistido a algunos actos donde se respira el escepticismo en el ambiente.   

¿Qué hemos aprendido en este proceso de cambio, resultado en buena parte de la crisis?

1.Que la Administración tiene que centrarse al máximo en la ciudadanía y en las empresas (y parece que va tomando nota). La desafección en política está a la orden del día. La gente opina, no olvidemos el movimiento 15 M ¿quien genera las noticias y qué importancia tiene la red en estas acciones? ) . 

Una muestra de esta nueva manera de actuar, más consciente, más real, es el planteamiento del Ayuntamiento de Madrid recogido en la entrevista Compromiso Empresarial .

También vamos aprendiendo que las empresas debemos de trabajar (más) en red, a complementarse, a buscar el beneficio común  para ser competitivas y también a colaborar con la administración.  

2. Que el tercer sector puede ofrecer oportunidades a la empresa y que éste debe de profesionalizarse al máximo. Ya no sirve la cultura de la subvención sino el servicio excelente, con un producto de alta calidad que además tiene un claro enfoque social desde dentro (labor social) y desde fuera (mentalizar de las otras capacidades de las personas y su impacto en la empresa ordinaria). 

3. Que las personas debemos de ser más activas en este proceso de cambio, en nuestra ciudad, en la empresa, en nuestro entorno, a través del voluntariado, de la participación ciudadana, de decir la nuestra en las redes o bien en las conversaciones con nuestras amistades y seres queridos. Ya va siendo hora de menos queja y más acción, hay bastantes publicaciones al respecto de sobra conocidas.  

4. Que existen otras fórmulas de consumo mediante el reciclaje, la sostenibilidad y la optimización de recursos, básicamente  por conciencia, es el que llamamos consumo colaborativo, y que éste no está reñido en absoluto con bajos ingresos sino con un estilo de vida.

¿En qué se basa sino la Responsabilidad Social? En  generar impacto social e impacto económico, en permanecer en el tiempo en constante evolución, satisfaciendo las necesidades del entorno, innovando.  

Guillermo Dorronsoro, Decano de la Universidad de Deusto y referente de innovación en España,  habla en una entrevista en el programa Salvados del paralelismo que existe entre lo que nos está pasando y el Renacimiento  en Florencia, donde nuevas propuestas, creatividad y apoyo al cambio generan una espiral de excelencia en el entorno, dejando atrás el planteamiento de los señores feudales.

En referencia a este tema se han generado desde hace años algunas iniciativas con más o menos éxito, el problema de base para no consolidar procesos es quizá la falta de financiación o la continuidad, pero de momento los resultados son ilusionantes:

La Red Retos (Territorios Socialmente Responsables) , implicando a todos los entes. El Ayuntamiento de Gijón fue socio cofundador.

El Ayuntamiento de Terrassa, está liderando diversas iniciativas, todas complementarias bajo el  concepto de Smart Cities y la concertación. Ha obtenido diversos reconocimientos en materia de gobierno abierto (el último CNIS 2014), lidera un parque científico que ha conseguido implicar en materia de innovación a toda una ciudad y sus correspondientes agentes bajo el concepto “Compartir para ganar” donde incluso se ha generado una campaña viral con testimonios de la administración, centros de investigación, universidad y empresas innovadoras para promover la innovación en clave de sinergia.

Bristol Pound es un proyecto de la ciudad de Bristol (U.K) para promover el uso de la moneda social en el territorio, de manera que incluso hay impuestos que pueden pagarse mediante este sistema. 

Avances, muchos. Estamos en un nuevo paradigma donde la responsabilidad social ya no es empresarial o corporativa, es personal, territorial o simple y llanamente es Responsabilidad Social.  

Este escenario genera oportunidades pero también algunas amenazas.  En un enfoque de territorio la gestión de datos es muy importante, entra en juego el “Big data” e internet de las cosas donde todo está conectado mediante la información de los diferentes dispositivos al servicio de las personas.

Pero... Quedan preguntas por resolver ¿Cómo equilibrar Big data, Ética y Responsabilidad Social?

Es básico tener en cuenta ya en el diseño de las aplicaciones el concepto de privacidad pero  este varía en cada país ¿Se puede limitar el uso realmente a  territorios concretos?  

Es un tema fascinante que generará un debate abierto, como la sociedad que ya tenemos aquí, conectada llena de oportunidades de mejora.

Porque el vaso siempre está lleno: de agua y de aire. 

 

 

En este artículo se habla de:
Opinión

¡Comparte este contenido en redes!

300x300 diario responsable
 
CURSO: Experto en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Sostenible
 
Advertisement
Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies