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El Liderazgo Ético según Ciulla (1998), puede definirse como la capacidad de promover continuo progreso, desde una predisposición al cambio creador y una visión compartida que ilusiona y mueve a las personas hacia las metas deseadas en cada momento.

El liderazgo representa, por tanto, avance y perfeccionamiento para las personas, impulsados por una visión compartida. En tal sentido, el liderazgo ético es el arte de influir sobre las personas para que trabajen con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común.

De igual forma, el liderazgo ético debe entenderse como un proceso que incluye la influencia sobre: los objetivos de las tareas y las estrategias de un grupo u organización; las personas para que implementen las estrategias y alcancen los objetivos; los grupos para que haya identificación entre sus miembros; y sobre la cultura de la organización. Asimismo, es la demostración de una conducta normativamente apropiada a través de las acciones y relaciones interpersonales, y la promoción de tal conducta en los seguidores a través de comunicaciones de doble vía, refuerzo, y toma de decisiones.

Estas concepciones de Liderazgo Ético cuentan con una dimensión moral que reconoce la capacidad del ser humano para actuar por motivos trascendentes en beneficio del progreso colectivo. El denominado liderazgo ético, fundamentado en una visión holística del trabajo, un sentido de comunidad y un proceso de toma de decisiones compartido, antepone como principal valor el servicio a los demás, destacando también el importante papel que las empresas pueden y deben tener en la mejora de las condiciones de vida de las personas, así como, en el progreso de la sociedad.

Por otra parte, la responsabilidad social entendida por Navarro (2009), como el grado de obligaciones que la organización asume a través de acciones que protegen y mejoran el bienestar de la sociedad a medida que trata de alcanzar sus propios objetivos,  es la forma en cómo afecta a la comunidad. Si una organización es socialmente responsable cumpliría las siguientes obligaciones: Incorporar objetivos sociales a sus procesos de planeación, aplicar normas comparativas de otras organizaciones a sus programas sociales, presentar informes a los miembros organizacionales y a los socios sobre los progresos de la responsabilidad social y experimentar diferentes métodos para medir el desempeño social.

En este sentido, la responsabilidad social representa un enfoque ético de liderazgo y gestión empresarial que se traduce en un comportamiento responsable hacia los diversos grupos de interés, empleados, clientes, accionistas, proveedores, competidores y sociedad, con el fin de satisfacer sus necesidades.

De acuerdo a ello, la ética según Martin de Castro (2008), tiene como propósito el fomento de la reputación corporativa que promueva admiración, valoración, además de la confianza  que incentive la credibilidad para el posicionamiento que determine preferencia por parte del público. Para que la ética sea sostenible requiere de la práctica social y para que la responsabilidad de la empresa sea autentica, necesita de las fundamentaciones éticas.

Finalmente, si la ética establece los principios que definen las actuaciones, la responsabilidad social se preocupa por las  consecuencias que esas actuaciones empresariales pueden tener sobre la sociedad en general o ciertos grupos en particular. En este contexto la industria farmacéutica representa dada sus características un escenario ideal para el cultivo del liderazgo ético, así como para el ejercicio de la responsabilidad social, esto debido a que la misma es la encargada de investigar, desarrollar y comercializar los medicamentos que sirven para garantizar la salud a millones de seres humanos en el planeta, por lo que la misma está en la obligación moral de aplicar una gestión ética en todos sus procesos, con el objeto incrementar sus niveles de reputación con sus stakeholders. 

Liderazgo Ético

La ética tiene para Debeljuh (2009), que ver con la persona, con lo que realmente se piensa, con los principios. La dirección de una empresa es ética cuando se rige por unos principios que se llevan a la práctica empresarial. Por otra parte, la dirección ética ha de regirse por unos valores, un valor ético o virtud al menos, construir confianza  y credibilidad. También, supone el primer paso a un liderazgo ético fundamentado en virtudes.

Naturalmente, la ética empresarial se refleja en la cultura, y es a los directivos a quienes corresponde crear, mantener y cambiar una cultura ética. La cultura organizacional impulsada por los lideres éticos se transforman a través del ejemplo (la practica) y de las normas (códigos de conducta, implantación de políticas, entre otros).

Según Francés (2004), pensar en la ética hoy significa pensar la pérdida de una referencia absoluta para la determinación de la moral en las actuaciones humanas. Aunque vivimos en un mundo que según Morin (2002), no solamente está en crisis, sino en estado violento de agonía. En medio del principio de incertidumbre propuesto por el autor antes mencionado, el cual se caracteriza por un incremento desbordado de las aspiraciones y comportamiento individualistas en todas las facetas de la vida, dentro de este contexto se puede considerar que la ética debe basarse en los siguientes principios,  

·                       Libertad: es el fundamento de la ética

·                     La realización del ser humano: como finalidad de la ética Aristotélica (1981).

·                     La Verdad: Como camino para la realización del ser humano.

·                     La realidad: aunque no pueda ser plenamente conocida es el camino para la verdad.

·                                       El aprendizaje: elemento necesario para el perfeccionamiento ético.

·                     La búsqueda de la verdad: que exige trabajo en equipo, de una manera inter y transdiciplinaria.

·                     La flexibilidad: rasgo necesario para aquellos grupos que desean conocerla verdad. La ética necesita apertura para pensar en nuevos desafíos en un mundo en transformación constante.

La ética según Lussier y Achua (2008), es un tema de vital importancia en los actuales momentos, debido a que  constituye un elemento de preocupación fundamental tanto para los administradores como para los empleados, por otra parte, existen grandes organizaciones las cuales cuentan con agentes para tratar exclusivamente asunto éticos, cuya responsabilidad es diseñar e instrumentar códigos de conducta, es por ello que la ética y los códigos de conducta deben ser un elemento de apoyo fundamental a la hora de la toma de decisiones éticas por parte de los líderes.

 Así mismo, para Francés (2004), el sentido del análisis del liderazgo consiste en cómo lograr la conjunción entre un liderazgo bueno en el sentido de la relación de influencia con los seguidores además de lograr los resultados o metas organizacionales, es decir, alcanzar un liderazgo bueno en su doble sentido, moralmente aceptable y técnicamente efectivo. En el liderazgo tanto como en la virtud, es la práctica lo que cuenta, así pues, la condición sine qua non de un bue líder es que sea moralmente honrado y profesionalmente eficaz.

  La conjunción entre competencias técnicas además de una excelencia moral es a lo que Ciulla (1988), se refiere al afirmar que “la ética se encuentra en el corazón del liderazgo”. Así pues el liderazgo ético se convierte en el camino por medio del cual las personas y las organizaciones para las cuales laboran esas personas se hacen éticas

En este sentido, Heifetz (1999), sostiene que  el liderazgo ético es un concepto ambiguo que incluye diversos elementos. Resulta útil distinguir entre la ética de un líder individual y la ética de los tipos concretos de conducta de liderazgo. Hay varios criterios para juzgar la ética de los líderes individuales, incluyendo los valores, la etapa de desarrollo moral, las intenciones conscientes, la libertad de elección, el recurso a una conducta ética o inmoral, y los tipos de influencia que utiliza una persona. Los líderes famosos suelen tener una combinación de fortalezas y debilidades respecto a estos criterios.

Yarce (2005) expone que el liderazgo ético es la capacidad de influir, motivar, organizar y llevar a la acción para el libre logro de sus fines y objetivos, a las personas, grupos y sociedades, en un marco de valores. El liderazgo es un potencial que se realiza de muchas maneras y en situaciones muy diferentes. Está muy relacionado con el cambio y con la transformación a nivel personal o colectivo.  

  Las semejanzas entre conceptos como ética y responsabilidad social  invitan a comentar una sutil diferencia: toda acción ética es en esencia buena, en cambio no toda acción de apoyo a la sociedad lo es en la misma proporción. Esto plantea que no es suficiente  la pura o recta intención de las empresas por desempeñarse con responsabilidad; es menester además enfocar las estrategias además de apoyarlas en estudios y diagnósticos previos a fin de orientar correctamente  las  intenciones éticas, así como, los compromisos sociales.                                                                                                      

Por su parte, Yarce (2005), indica que el liderazgo se hace, se construye en cada uno, a través de la excelencia personal. La construcción del liderazgo es tarea ardua, sin embargo la sociedad lo necesita y el lugar donde comienza es el sitio de estudio o de trabajo diario. Construir el liderazgo, dentro de una visión renovadora, es estar a la ofensiva, no a la defensiva: es primero construir un sueño para luego tratar de hacerlo realidad, poniendo todos los medios necesarios sin descanso, con motivación y autorresponsabilidad.

 En cualquier organización, especialmente en industria farmaceútica, el  líder juega un papel fundamental en el logro de los objetivos planteados, son estas personas los que a través de su visión, sinergia, habilidades comunicacionales y dinamismo, permiten conseguir el éxito. De allí que  un líder no puede ser aquella persona que solo desee serlo, sino la que reúne una serie de características diferenciadoras del resto del personal de la institución donde éste se encuentra, por estas razones Drucker (2004), señala que el liderazgo es algo diferente a solo dirigir una institución, asimismo plantea, que la diferencia entre un líder o un gerente es que el primero busca la efectividad y el segundo la eficiencia, pero ambos deben fusionarse para lograr su objetivo.

En este sentido, para los investigadores, el líder ético dentro de la industria farmacéutica, debe ser concebido como la persona que ejerce influencia sobre un grupo de trabajo, con el objeto de lograr los objetivos organizacionales dentro del marco de la ética y la responsabilidad social, además de jugar un papel protagónico en la elección e implantación de las estrategias para alcanzar la competitividad a partir de un análisis del sector, así como de la organización. Teniendo en cuenta esto, el punto clave de las funciones del líder sería entonces dirigir el talento humano hacia el logro de los objetivos de la empresa éticamente en función de la supervivencia y trascendencia de la organización en los mercados.

Valores Éticos

Para, concebir el concepto de valores éticos como una actividad intelectual, abierta y reflexiva, sin olvidar que puede tender a ser problemática, así como, controversial se hace necesario profundizar en teorías que soporten su definición. Con el objeto de precisar un poco más sobre esto, es importante señalar que la ética se afianza a partir de la nueva noción del desarrollo, la cual se dirige a los conceptos de sustentabilidad y humanos; esta relación puede complementarse con la convergencia entre las Instituciones el Estado en conjunto con la Sociedad haciendo que la correspondencia entre ellas se encuentre en el sentido de la responsabilidad.

En este sentido, Escobar (2002) señala que la ética es “la ciencia filosófica encargada de estudiar o reflexionar sobre la moral” . Con respecto a lo citado por el autor, es importante señalar que la moral tiene un carácter humano y social por lo tanto, puede decirse que la ética es la disciplina filosófica que estudia el comportamiento moral del hombre en la sociedad.

De lo anterior se desprende, que el objeto de los valores éticos  es la moral, evidenciándose que se aplica en los diferentes ámbitos de la vida social, donde el ser humano como componente fundamental de las organizaciones, en el caso de la industria farmacéutica, debe afianzar su valor humano como parte de una sociedad de cambios, conservando cada principio para ser cada día mejor persona ejemplo de generaciones, inmerso en los procesos evolutivos y políticos del país.

Según Rokeach (2006), expone que los valores éticos se refieren a forma de conductas, cuando afirma que “El valor es una creencia relativamente permanente de un modo de conducta particular o un estado de existencia, es personal o socialmente deseable a modos alternativos de conducta o estados de existencia” Es decir que los valores éticos, expresan la manera de conducirse o desenvolverse dentro de un medio social, que sea independiente, valiente y generoso.

Los valores éticos según Cadena (2000) son aquellos que conforman la base ética o el ethos de la organización, es decir, el conjunto de deberes morales que la organización y sus miembros tienen dentro del contexto social en el que cumplen sus propios empresariales. Es decir el Ethos en una  organización es el lado positivo de los valores al igual que las creencias que sus integrantes lideres y colaboradores toman como referencia para saber qué es lo deseable, así como, lo preferible para enfrentar los problemas concretos, en las organizaciones sociales, públicas o privadas donde debe prevalecer el deber moral sobre la obligación.

Guédez (2006) establece que cuando realmente los valores están incorporados a la práctica en una organización, son ellos quienes la dirigen porque se les someten todos en la empresa, empezando por sus directivos. Son el máximo punto de referencia a la hora de la actuación. No son directamente observables en sí mismos porque están involucrados en la acción concreta. Por ejemplo, una persona que le está diciendo a un compañero de trabajo la verdad sobre los resultados de su departamento.

En términos generales, valor es la cualidad por la que un ser, una cosa o un hecho despierta mayor o menor aprecio, admiración o estima. Es decir, un valor indica la importancia, significación o eficacia de algo.

Para los investigadores, los valores éticos representan la guía de acción y de conducta que deben ser compartidos por todos los miembros de la industria farmacéutica, por la cual deben regirse todas las estrategias, acciones, decisiones, de los involucrados. En esta época, se puede identificar valores que son aceptados "realmente", en todo tiempo y lugar, porque posibilitan la existencia de una sociedad más justa, razón por la cual estos son tan deseados, tales como: (el derecho y respeto a la vida, la verdad, la libertad, la equidad, la fraternidad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, el derecho a la salud, el bien común, entre otros.) Hay quienes piensan que es la estimación de que son deseables lo que los hace valiosos.

 

Enfoques de los Valores  Éticos Gerenciales

Los enfoque gerenciales, derivados de doctrinas e ideales que el hombre ha hecho partiendo de los intereses particulares que les permitan desenvolverse en una sociedad de cambios constantes sin perder los valores y principios que se hacen necesarios para vivir en bienestar, aparte de lograr las metas propuestas con éxito, lo cual proporciona al gerente empresarial, en este caso de la industria farmacéutica, herramientas prácticas de aplicación para lograr que los involucrados sean favorecidos en su formación integral.

De acuerdo con Guédez (2002), el término enfoque sugiere los criterios de focalización, acercamiento o evaluación de la acción de la ética. El esquema más tradicional indica que existen tres enfoques esenciales, los cuales son:

1. El teológico o ética de los propósitos y de los fines, es decir se trata de la búsqueda, así como, de las intenciones que proporcionan el impulso. Se concibe entonces, que lo correcto es lo que se hace con un determinado propósito y todo lo que se hace con un determinado propósito o todo lo que se aleje de esa dirección es incorrecto.

2. El deontológico o ética de las normas, a partir de este criterio se piensa en los principios y reglas que pautan las conductas que determinan la naturaleza moral de los actos.

3. El pragmático o ética de los resultados, según está acepción se enfocan las consecuencias e impactos que producen las acciones, es decir, el tipo y grado de afectación que se producen en los otros como consecuencia de nuestras acciones. En cuanto a la ética y las tendencias gerenciales, según el autor señalado anteriormente, se encuentran las siguientes

A. El tránsito de la planificación convencional hacia la planificación estratégica, donde la planificación convencional es la relación entre la realidad y aspiración, establece una secuencia de etapas separadas y diferenciadas entre el deber ser, el puede ser y el tiende a ser, en definitiva se inspira en predicciones y certezas. En cambio la planificación estratégica establece una mediación entre lo que se aspira y lo que se hace, se anticipa a los escenarios y se perfilan planes de contingencias, con esto se quiere decir que se apoya en la incertidumbre y la previsión de alternativas.

 

B. Énfasis en las ventajas competitivas, basado en el conocimiento y en el dominio tecnológico, las cuales están siendo superadas por las ventajas cooperativas ya que cualquier relación de confrontación generalmente desemboca en una dinámica de ganar o perder, con lo cual a la larga promueve otro desenlace similar, puesto que la cooperación es más importante que las luchas tradicionales en las cuales el ganador se lo lleva todo. Al combinar lo competitivo con la cooperación se obtiene acepciones más flexibles y abiertas y se hace referencia a las responsabilidades éticas.

C. La gerencia de instrucción y la gerencia de los valores, ambas han reflejado un desenvolvimiento gerencial pasando por diversos procesos, donde la instrucción va desde el peso directivo a la fiscalización de órdenes y la de valores va más allá de la gerencia estratégica, porque se enfatiza en lo que hay que hacer y se impone para hacerlo con lo que se tiene y con lo que se sabe.

D. Noción de capital tangible hacia la prioridad del capital intangible; se ha convertido en objeto de reflexión donde se relaciona el dominio de información y la consolidación de conocimiento. Es importante resaltar el capital ético que es un nuevo factor de los bienes intangibles de las empresas. 

En forma general, el capital genera compromiso, y la lealtad es mucho más poderosa que cualquier otro recurso de la organización. Por lo tanto, es necesario definir diferentes aspectos de la ética, ya que estos son parte fundamental en los enfoques de la ética gerencial. Para los investigadores, la gerencia de la industria farmacéutica al momento de planificar, ejecutar acciones o tareas rutinarias, deben basarse en los enfoques teológicos y deontológicos, para que los resultados o enfoque pragmático sean los más cercanos a la ética con el objeto de ir generando un liderazgo ético dentro de la organización, creando un capital ético-social que complemente el balance financiero de la industria farmacéutica, además de darle sustentabilidad en el tiempo.

Responsabilidad Social     

             En concordancia a lo que se pretende plantear en la investigación denominada  liderazgo ético para la responsabilidad social en la industria farmacéutica, se asume la responsabilidad social, como una nueva dimensión empresarial preocupada por el concepto de sostenibilidad, donde tienen cabida a un mismo nivel las pautas económicas, sociales y medioambientales; en congruencia con el bien común, la generación de riqueza, la producción de bienes y servicios, con la creación de puestos de trabajo, donde además se debe asumir una actuación fundamental en la disminución de la pobreza mediante el mejoramiento de las condiciones de vida de la población.

De allí, que para poder clarificar lo expresado, se definirá el término de acuerdo a la opinión de diversos autores, entre ellos Según García Marzá (2005) la Responsabilidad Social podría ser entendido como la actitud responsable de las empresas con todos los grupos de interés consumidores, proveedores, accionistas, directivos, empleados, Estado, comunidad y medio ambiente.

Para el referido autor, se trata no solo de tener presente el cuidado al medio ambiente, a través de sólidas políticas, sino también de generar un adecuado ambiente de trabajo, de vincularse con la comunidad, de respetar los derechos humanos. Según Guédez (2006) puede decirse que la responsabilidad social es un conjunto de estrategias que permite identificar, atender, anticipar  sobrepasar, las necesidades, expectativas y capacidades de los grupos de interés. La responsabilidad social se puede entender como la respuesta de las organizaciones a las expectativas de los sectores y agentes con los que interactúa.

En otro orden de ideas, según Tous y Ciruela, (2005) la responsabilidad social engloba todas las relaciones contractuales, implícitas o explícitas que la empresa tiene con aquellos colectivos con los que se relaciona, así como con la sociedad en general, tratando de maximizar el beneficio de todas las partes implicadas. Relaciones que dan lugar a dos tipos de actuaciones: internas (satisfacción de las expectativas y objetivos de trabajadores, así como, sus familiares) o externas (entorno social de las zonas de influencia).

De la misma forma Guédez (2002) a partir de este enfoque afirma que los negocios además de ser productivos y generadores de riqueza, deban asumir compromisos de responsabilidad social retribuyendo y obteniendo una acertada vinculación con la comunidad en donde actúan, el autor partiendo de estos preceptos justifica la responsabilidad social de la empresa con base en el origen, naturaleza y finalidad de la misma.

Lo expuesto anteriormente obliga a reflexionar sobre el papel de la industria farmacéutica en un mundo globalizado, donde deben balancearse la responsabilidad económica con las éticas. En otras palabras la responsabilidad social implica adelantarse a cubrir las necesidades de los agentes sociales, a su vez, implica el compromiso de no provocar daños con sus acciones de colaborar con el desarrollo de la sociedad; y todos ellos dentro de un marco ético.

 

Alcance Actual de la Responsabilidad social.

La responsabilidad social para Debeljuh (2009), abarca temas inimaginables como es el compromiso de cumplir con las responsabilidades tributarias, con el respeto hacia la sociedad a través de los medios de comunicación, con el respeto a los derechos humanos, con mejores condiciones de vida para los obreros de una empresa, con su capacitación y desarrollo profesional, con facilidades para los discapacitados que les permita integrarse en una forma activa a las actividades del ciudadano común, dándole facilidades de transporte, facilidades de acceso a locales comerciales y edificaciones.

Ser socialmente responsable no significa solamente cumplir plenamente las obligaciones jurídicas, sino también, ir más allá de su cumplimiento invirtiendo más en el capital humano, el entorno y las relaciones con los interlocutores. La responsabilidad social y el consumidor, uno de los aspectos más relevantes de la responsabilidad social es el rol del consumidor, de hecho muchas de las iniciativas mundiales han sido producto de presiones de los consumidores y ONG´s.

 En este punto, es importante hacer una reflexión sobre algo que casi nunca tienen en cuenta los consumidores al momento de efectuar el proceso de selección sobre los productos a consumir, además de la creencia de que es uno de los temas donde más conciencia deberían tener y surgieron estas preguntas: Compraría usted un producto de una empresa que: ¿No pague impuestos? ¿Contrate menores de edad?, Que ofrezca comisiones a sus compradores del gobierno; contamine el ambiente? viole los derechos humanos de sus trabajadores, sea discriminatoria en cuanto a sexo o raza?, o ¿exista acoso sexual?.

 

Ventajas y Beneficios de la Responsabilidad Social para las Empresas 

La responsabilidad social no es una actitud filantrópica que arroja beneficios solo hacia el medio ambiente, los recursos naturales, sociales y humanos, a su vez, tal como se ha venido mencionando, representa para la empresa una inversión que repercute en beneficios financieros. En este sentido plantea García Marzá (2005), que las inversiones en asuntos de Responsabilidad Social, en algunos casos a corto plazo y en otros a mediano plazo no solo recuperan la inversión sino, que a su vez, la empresa genera condiciones favorables para minimizar los impactos negativos que le producen perdidas.

Actuar con Responsabilidad Social es según el autor, sin lugar a dudas el mejor negocio para la empresa ya que sus beneficios se reflejaran favoreciendo la productividad y la eficiencia a través de acciones orientadas tanto al interior de la empresa como a su entorno.

Según las consideraciones del mencionado autor, por las acciones internas (hacia los empleados y hacia sus familias), la práctica de la Responsabilidad Social trae consigo las siguientes ventajas: 

·  Mayor confianza de los empleados por la empresa a la que pertenecen, la sienten como suya, les elimina probabilidades de conflicto y otros focos de resistencia que afecten la productividad, permitiendo así que aumenten la disposición hacia el trabajo.

·  Se beneficia la calidad y con ella la satisfacción de clientes.

·  Menor rotación de personal y menos costos de reclutamiento, de entrenamiento.     

  En este sentido para los investigadores, La industria farmacéutica, en el contexto del liderazgo ético para el ejercicio de la responsabilidad social, deben incentivar una cultura ética dentro de las organizaciones basadas en valores compartidos con el propósito de generar también responsabilidad social interna para sus empleados como grupo de interés fundamental, ya que, ellos son los que con su trabajo, creatividad y dedicación llevaran a la empresa al logro de sus objetivos organizacionales. 

Liderazgo ético para la Responsabilidad Social en la industria farmacéutica

En la actualidad existe un interés creciente por pensar y reflexionar cómo el liderazgo ético para la responsabilidad social (RS) se puede implementar y fortalecer en la industria farmacéutica de tipo local, regional o planetaria. Si bien es cierto que desde la década de los ochenta el tema ha ganado perspectiva así como una  mayor divulgación; todavía son muy pocos los documentos que orienten de manera práctica, coherente y sistemática, algunas formas de gestionarla en los entornos empresariales.

Algunos de los factores globales que han incidido para que esta necesidad ética ascienda a escenarios actuales de primer orden son: el avance tecnológico de los últimos cincuenta años, la globalización sin límites, los graves problemas ambientales, las crisis de gobernabilidad, los desequilibrios socioeconómicos mundiales, los conflictos religiosos y algunas nociones de desarrollo. Todos estos factores y muchos otros, han propiciado un escenario donde la ética organizacional surge como el eje articulador necesario para que todas las organizaciones privadas y públicas asuman un compromiso de convivir mutuamente.

Dado estos acontecimientos, cada día las empresas buscan con ansiedad formas creativas de agenciar la responsabilidad social, de desarrollar procesos que posibiliten mejorar sus prácticas internas, divulgar su comportamiento corporativo, fortalecer sus servicios, fidelizar sus clientes, preservar el entorno. Como dice Enderle “el ejercicio de la ética corporativa, no solo es posible, sino necesario para que las empresas de pequeño y mediano tamaño alcancen una posición determinada para permanecer con éxito en la economía global” (Enderle, 2003, p.132). En definitiva, nos encontramos ante empresas que desean fortalecer su cultura empresarial con sólidas bases éticas, así como, socialmente responsables que logren resultados inmensos tanto para las personas, como para la propia empresa y el país.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 

Aristóteles (1981). Ética Nicomaquea. Política. Novena edición. Colección “Sepan cuantos”. México, Porrúa.

Cadena, J. (2000). Construcción de Compiladores: Principios y práctica.          Cengage Learning Editores, segunda edición.

Ciulla, J. (1998). Ethics, the hart of leadership. Preager publishers. Library of the congress. Washington.

Debeljuh, P. (2009). Ética empresarial. En el núcleo de la estrategia corporativa. Editorial Cencage Learning. Buenos Aires.

Drucker, P (2004). Managing nonprofit organizations. Editorial British Library cataloguing. New York.

Enderle, G.  (2003).  Competencia global y responsabilidad corporativa. En Construir Confianza, Trotta, Madrid

Francés, P. y col (2004). Ética empresarial. Editorial Velea. Venezuela.

Guédez, V (2006). Ética y Práctica de la Responsabilidad Social Empresarial. Editorial Planeta

Heifetz, R. (1999). Leadership without easy answers. The Belknap press of Harvard University Press. Cambridge, Massachussets, USA

 Lussier, R. N., y Achua, C. S. (2008). Leadership. Editorial Thompson. Ohio. USA.

Martin De Castro, G. (2008), Reputación empresarial y ventaja competitiva. Editorial ESIC. Madrid.

Garcia Marzá, D. (2005). La apuesta Ética en las Organizaciones sanitarias. Editorial publicaciones de la Universitat Jaume I. Valencia.

Morin, E. (2002). Os sette saberes nessecários á educacão do futuro. Quinta edición Sao Paulo: Cortez Brasilia, Unesco.

Navarro, F. (2009). Responsabilidad Social Corporativa. Teoría y práctica en la empresa. Editorial ESIC. Madrid.

Rokeach, M. (2006). Desarrollo de Habilidades Directivas. Pearson Educación, sexta edición

Tous Z. D. y Ciruela L., A. M. (2005). Responsabilidad social y cultura en las sociedades cooperativas agrarias. Modelo general de balance social. Universidad de Málaga. CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa. Disponible en: www.ciriec.es

Yarce, J. (2005). El poder de los valores en las organizaciones. Ediciones Ruz. Primera edición. Mexico.

 

 

Liderazgo ético para la responsabilidad social en la industria farmacéutica.

 

Ethical leadership for the social responsibility in the pharmaceutical industry.    

 

* Alejandro Fernández Baptista

 

 

 

Resumen

 

El liderazgo ético para la responsabilidad social debe ser visto como una necesidad que mejora a la empresa desde el punto de vista humano, así como, comercial. Por el contrario, si se busca el enriquecimiento acelerado sobre bases ilícitas, la empresa se condenaría a sí misma. Lo anterior conduce a los líderes a considerar el compromiso con la ética y la responsabilidad social, puesto que en el fondo, actuar en base a valores no riñe con la rentabilidad, especialmente cuando esta se logra, fundamentándose en un marco donde prevalezca el respeto a la ley y donde el accionar de las empresas sea guiado por una serie de principios éticos que tienen que ver con la relación con los grupos de interés asociados a la misma.

 

Palabras clave:Liderazgo ético; Responsabilidad Social; Industria farmacéutica. 

 

 

 

Abstract

 

Ethical leadership for corporate social responsibility should be seen as a need to improve the company from the human point of view, as well as, commercial. On the contrary, if the enrichment accelerated on an illegal basis, the company condemns herself. The above leads to the leaders to consider the commitment to ethics and social responsibility, because ultimately, acting on the basis of values not waged with profitability, especially when this is achieved, based on a framework where the rule of law prevails and where the action of the companies is guided by a set of ethical principles that have to do with the relationship with stakeholders associated with the same.

 

Key words: Ethical leadership; Social responsibility; Pharmaceutical Industry

 

Riassunto

 

La direzione etica per la responsabilità sociale deve essere vista come una necessità che migliora all'azienda dal punto di vista umano, così come, commerciale. Al contrario, se l'arricchimento accelerato sulle basi illecite cerca, l'azienda si condannerebbe. La cosa precedente conduce i capi considerare l'impegno con l'etica e la responsabilità sociale, poiché a cuore, comportarsi in base ai valori non combatte con il rendimento, specialmente quando questa è ottenuta, essendo basando su una struttura in cui il rispetto alla legge prevale e dove azionamento delle aziende esso è guidata da una serie di principii etici che riguardano il rapporto con i gruppi collegati di interesse stesso quello.

 

Parole chiave: Direzione etica; Responsabilità sociale; Industria farmaceutica.

 

* Lic. en Administración Comercial. Diplomado en Liderazgo y Mercadeo. Magíster en Gerencia de Mercadeo. Doctor en Ciencias Gerenciales. Vicepresidente del Observatorio Venezolano de ética y Responsabilidad social empresarial. Miembro del Observatorio de Responsabilidad Social Universitaria de la Universidad del Zulia. Gerente de RSE y asuntos éticos del grupo Irazuca. Docente del post grado de la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín. Facilitador del programa de ética y valores compartidos del Consejo de Fomento, LUZ. Correo: ajfb7@yahoo.com


 

 

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