La voz de Repsol en materia de Responsabilidad Social Empresarial es Eduardo García Moreno. Desde 2008 dirige el área de RSE de Repsol, empresa en la que inició su carrera profesional en el departamento comercial y que conoce en profundidad gracias a su experiencia como expatriado y su trabajo actual en el área corporativa.
La compañía opera en la actualidad en 30 países y para manejar su responsabilidad social este doctor en Ciencias Geológicas cuenta con un equipo de siete personas en Madrid, además de responsables en las unidades de la empresa en los países donde realiza sus operaciones, exceptuando Argentina donde YPF fue siempre la que gestionó esta área.
García Moreno es un hombre tranquilo, que practica la meditación para evitar el estrés y que prefiere mantener un perfil bajo, no le gusta mucho salir en los papeles ni está involucrado en el día a día de la RSE española, de la que opina -desde la reconocida ignorancia - que “en España todavía estamos discutiendo muy a nivel teórico y hablamos poco de soluciones a nivel de management sobre el terreno.”
En la entrevista - celebrada en el luminoso recibidor de Repsol en el paseo de la Castellana de Madrid y que la empresa esta a punto de abandonar ya que este próximo mes de agosto cambian de barrio y se trasladarán a su nueva sede en Méndez Álvaro - nos explica que la empresa está elaborando una metodología propia cuyo objetivo es captar las expectativas, explícitas como no, de las partes interesadas. Este método consta de tres niveles, primero global donde se encuentran los inversores y las instituciones de gobernanza global, el segundo a nivel país donde se encuentran los reguladores y la cadena de valor y por último y probablemente el más importante en cuanto a riesgos reputacionales se refiere, a nivel local, en los centros operativos donde se trabaja directamente con las comunidades afectadas.
Cuando terminábamos, y preguntado por la involucración de su Presidente en materia de sostenibilidad, explicó la teoría de éste sobre el crecimiento frugal un modelo de desarrollo que debería estar basado en hacer más con menos y que no debería calificarse estrictamente de "verde", la "frugalidad debe estar en los principios de la gobernanza mundial" y favorecer políticas que den "prioridad a la eficiencia en el uso de los recursos naturales".
Meditación y frugalidad, dos palabras inesperadas en la sede de Repsol.
Algo está cambiando.
