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El Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2024 recientemente publicado por Naciones Unidas revela un alarmante incremento en el número de víctimas: 74.785 personas fueron explotadas en 2022. Mujeres, niñas y niños son los más afectados, siendo la explotación sexual y el trabajo forzoso las principales formas de abuso.
 Trata de personas, el negocio oscuro que crece sin freno

La trata de personas sigue siendo una de las problemáticas más graves a nivel global, según revela el  Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2024 publicado por la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC). En 2022, se detectaron 74.785 víctimas de este delito, lo que supone un aumento del 25% en comparación con 2019.

El informe pone de manifiesto que las niñas y mujeres representan el 61% de las víctimas, con un alarmante 60% de niñas sometidas a explotación sexual. El tráfico infantil también muestra un aumento preocupante del 31%, alcanzando el 38% en el caso de las niñas. Estas cifras evidencian una realidad especialmente dura en regiones como Norteamérica y Centroamérica, donde la explotación sexual constituye el principal tipo de abuso, afectando al 69% de las víctimas detectadas.

Por otro lado, el trabajo forzoso ha crecido un 47% desde antes de la pandemia, afectando tanto a adultos como a menores. De hecho, el 45% de los niños detectados en 2022 fueron víctimas de esta práctica, mientras que un 47% fue explotado en actividades como mendicidad y delincuencia forzada, incluida la estafa en línea. Este último fenómeno ha experimentado un crecimiento significativo, pasando de representar el 1% de los casos en 2016 al 8% en 2022.

El informe destaca que factores como la pobreza, los conflictos armados y el cambio climático están dejando a más personas expuestas a la explotación. En África, por ejemplo, los desplazamientos internos y la inseguridad agravan las vulnerabilidades, haciendo que la trata de niños supere incluso a la de adultos en muchas regiones. En cuanto al tráfico transfronterizo, el 31% de las víctimas provienen de países africanos, y aunque en su mayoría permanecen dentro del continente, muchas también son trasladadas hacia otros destinos.

Un problema global que exige respuestas urgentes

La directora ejecutiva de UNODC, Ghada Waly, subrayó la necesidad de fortalecer la justicia penal para responsabilizar a los delincuentes y rescatar a las víctimas: “Debemos trabajar de manera coordinada a nivel internacional, garantizar el apoyo a los supervivientes y combatir este delito desde la raíz”. El informe también insta a mejorar los mecanismos de identificación y protección de las víctimas, así como a reforzar la cooperación internacional para enfrentar este fenómeno de manera integral. La trata de personas no es solo una violación flagrante de los derechos humanos, sino una problemática social que afecta a millones de vidas y demanda una acción conjunta inmediata.

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