Hoy, 24 de noviembre, se ha debatido en el Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) sobre los retos en el despliegue y la gestión municipal de las Zonas de Bajas Emisiones. Y es que es importante recordar que Europa, los Gobiernos nacionales y regionales y las empresas no tienen la responsabilidad única sobre cómo afrontar el momento crítico en el que nos encontramos. Con cinco crisis activas (económica, social, ambiental, sanitaria y energética), alguna de ellas sistémica, las ciudades tienen un rol decisivo dada su cercanía al ciudadano, su impacto y su vulnerabilidad frente al cambio climático. Según ONU Hábitat, el organismo de las Naciones Unidas para la vivienda y el desarrollo urbano, un 60 % de la población mundial vivirá en ciudades en 2030.
Más del 96 % de la población europea está expuesta a niveles de contaminación que superan los límites marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2021. A nivel global, las ciudades representan entre un 60 % y un 80 % del consumo de energía y más de un 70 % de las emisiones. Mientras tanto, la temperatura del planeta sigue aumentando cada año, lo que provoca fenómenos meteorológicos extremos, daños en la salud letales, y conflictos geopolíticos. Los impulsores de la iniciativa creen que se debe reaccionar y pasar de los compromisos a los hechos.
En este contexto, un grupo de organizaciones liderado por ECODES ha hecho un llamamiento a los responsables políticos de 149 municipios más poblados de España, pidiendo celeridad y decisiones decididas y firmes con la transformación de la movilidad urbana. Se trata de un llamamiento que ya ha sido suscrito por 43 organizaciones comprometidas con la transición justa.
La adicción a los combustibles fósiles, la falta de ambición en la toma de decisiones, el lavado de cara verde (greenwashing), la defensa de intereses económicos por encima del interés general y los compromisos débiles son grandes amenazas. La contaminación atmosférica es el mayor riesgo medioambiental para la salud y una de las principales causas de enfermedades cardíacas, cerebrovasculares, pulmonares e infecciones respiratorias agudas. Uno de los principales causantes es el sector del transporte y la movilidad.
Las peticiones fueron: