Estrella Galán, secretaria general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR); Julia Fernández, directora general de Accem; y Antonella Pucarelli, directora general adjunta de IKEA Ibérica, han firmado este miércoles un convenio que impulsa un nuevo proyecto de ayuda al colectivo refugiado en España. En el acuerdo también participa la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) con carácter consultivo y de intermediación.
IKEA impulsará dos líneas de acción: facilitar a las personas refugiadas “VIVIR”, a través del equipamiento de materiales y mobiliario y servicios para la dotación en hogares y espacios de ocio infantiles; y la de ayudarles a “CRECER”, gracias a acciones orientadas a mejorar la empleabilidad de los refugiados en el mercado laboral, en especial a padres y madres.
La primera línea de acción “VIVIR” ya se ha puesto en marcha con el acondicionamiento por parte de empleados de IKEA de hogares de acogida a refugiados en diversas ciudades. Las tiendas de Asturias, Barakaldo, Ensanche de Vallecas (Madrid) y Zaragoza ya han podido empezar a equipar hogares en sus respectivas ciudades, y más concretamente, en pisos gestionados por Accem y CEAR. Asimismo, la tienda de Valladolid tiene previsto comenzar próximamente. El objetivo es equipar pisos y centros de acogida gestionados por ambas ONG hasta finales de agosto, aunque la segunda línea del proyecto enfocada a empleabilidad se irá desarrollando a lo largo de todo el año.
La implementación de estos proyectos solo es posible gracias al voluntariado prestado por parte de los empleados de IKEA de las diferentes tiendas participantes. Un voluntariado que ahora queda formalizado dentro del nuevo programa interno “Qué buenas piezas”. Éste aglutina todos los proyectos de voluntariado que IKEA Ibérica desarrolla en España, aunque lo cierto es que tiene ya una fuerte tradición en lo que a voluntariado se refiere.
Durante el acto de firma, Antonella Pucarelli ha destacado a dónde quieren llegar con esta colaboración: “Nuestro principal objetivo es hacer que los espacios de acogida a refugiados se puedan llamar hogar. Un hogar acogedor, seguro y divertido, y especialmente en aquellos dónde haya niños y niñas, porque ellos son nuestra prioridad. Nuestra meta hacia ellos es clara: facilitar que puedan vivir, crecer y jugar como los demás niños. En IKEA somos conscientes de la situación de emergencia que están viviendo muchas personas refugiadas y creemos que tenemos mucho que aportar”.
Este proyecto forma parte del compromiso de IKEA por respetar, proteger y promocionar los derechos de los niños y niñas, especialmente de la infancia más vulnerable; un compromiso al que han denominado “El Poder de la Infancia”.
