Nestlé admite la existencia de mano de obra esclava en Tailandia, en la captura y el procesamiento de pescado que termina en su cadena de suministro, así lo recoge el sitio web Fish Information & Services.
Diversos informes de ONG denunciaron las "condiciones de trabajo brutales y en gran parte no reguladas" en la industria pesquera tailandesa vinculada con sus productos de camarón y langostino y los alimentos para mascotas Purina, informó The Independent.
"El trabajo forzado y los abusos de derechos humanos forzados no tienen cabida en nuestra cadena de suministro", afirmó en un comunicado el vicepresidente ejecutivo de Nestlé a cargo de las operaciones, Magdi Batato.
"Nestlé cree que a través del trabajo con los proveedores podemos hacer una diferencia positiva en el abastecimiento de ingredientes", agregó Batato.Asimismo, el informe de la empresa revela que la mayoría de las compañías que compran los productos del mar de Tailandia están expuestas a los mismos problemas en sus cadenas de suministro.
Las irregularidades mencionadas en el informe incluyen el hecho de que hay intermediarios que cobran a los trabajadores migrantes aranceles ilegales para conseguirles puestos de trabajo, y que los mantienen atrapados en los buques pesqueros y en los puertos, fábricas y granjas de acuícolas de Tailandia, con la promesa de pagarles más dinero del que jamás podrían ganar.
Nesté mandó realizar una investigación a Verité, para llegar a estas conclusionesa la ONG entrevistó a más de 100 personas, entre ellas unos 80 trabajadores de Myanmar y Camboya, así como a propietarios de embarcaciones y de granjas de camarón, supervisores de obra y representantes de proveedores de Nestlé. Representantes de la ONG visitaron en Tailandia puertos pesqueros y plantas de empaque de harina de pescado, granjas camaroneras y barcos pesqueros atracados en los muelles.
