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 Un estudio promovido por la dirección de RSC ha puesto de manifiesto una alta diversificación de nuestra cartera de empresas en relación al riesgo financiero con componente ambiental. En concreto, un 88 % ofrecen un índice bajo de riesgo de componente ambiental, un 11,2  % presentan riesgo medio y solo sería necesaria una mayor intervención por parte de la entidad en apenas un 0,8% de nuestra cartera para mejorar el conocimiento de comportamiento ambiental de los clientes sometidos a mayor riesgo.

Se considera riesgo financiero de componente ambiental el grado de certeza que podemos tener sobre posibles eventos futuros relacionados con la regulación ambiental que puedan tener efectos negativos significativos en la solvencia de una empresa cliente de la entidad, multiplicado por la severidad de dichos efectos.

Para la estimación de estos riesgos en nuestra entidad se ha valorado la mayor parte de la cartera de empresas. Dicha valoración cuenta con la consideración de más de 50 variables de índole ambiental y 6 variables de componente social, dependiendo de la tipología de actividad, de su tamaño y del territorio (comunidad autónoma) en el que opera la empresa.

A partir del análisis realizado y en el marco de la responsabilidad social corporativa de Cajamar Caja Rural, se seguirán estableciendo mecanismos para incrementar el grado de conocimiento sobre el comportamiento ambiental de aquellos clientes que podrían ver afectada su actividad económica como consecuencia de la regulación vigente.

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